Raif Badawi, condenado además a diez años de cárcel, recibió el pasado viernes un total de 50 latigazos.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha solicitado este miércoles a las autoridades de Arabia Saudí que pongan fin a la aplicación de la condena a mil latigazos a la que fue sentenciado el activista Raif Badawi, cuya segunda sesión está prevista para este viernes.
El activista, condenado además a diez años de cárcel, recibió el pasado viernes un total de 50 latigazos frente a la mezquita al Jafali de la localidad costera de Yedda. «Si las autoridades ignoran las críticas y continúan sin vergüenza alguna con la latigación, Arabia Saudí mostrará su desafío al Derecho Internacional y a la opinión internacional», dijo el subdirector de AI para Oriente Próximo y Norte de África, Said Bumeduha.
«Los latigazos y otras formas de castigos corporales suponen una violación de la prohibición de la tortura y otros malos tratos. Si continúan llevando a cabo este castigo inhumano, las autoridades saudíes se saltan de forma flagrante los derechos humanos más fundamentales«, agregó.
La esposa del activista, Ensaf Haidar, aseguró que teme que su marido no pueda soportar una segunda ronda de latigazos. «Raif me ha contado que sufre mucho dolor tras los latigazos, que su salud es mala. Estoy segura de que no podrá hacer frente a una segunda ronda», dijo.