Las mujeres mayores de 21 años ya no necesitarán el consentimiento masculino para registrar a sus hijos, informar de la muerte de un pariente o tramitar su pasaporte, lo cual implica mayor libertad para salir del país.
Arabia Saudí ya está permitiendo a las mujeres adultas viajar fuera del reino sin permiso de un tutor masculino, tal y como estaba estipulado previamente, de acuerdo a varias enmiendas del sistema legal civil publicadas a principios de este mes, informó este martes la agencia estatal SPA.
«Los departamentos de pasaportes y de estado civil, así como sus filiales en todas las regiones del reino, han empezado a trabajar en las modificaciones estipuladas en el decreto real», según la agencia, que cita a una fuente del Ministerio de Interior saudí.
Las mujeres mayores de 21 años ya no necesitarán el consentimiento masculino para registrar a sus hijos, informar de la muerte de un pariente o tramitar su pasaporte, lo cual implica mayor libertad para salir del país.
Los cambios dan continuidad a una orden del rey Salman bin Abdulaziz de 2017 con la que eximía a las mujeres saudíes del requisito del tutor en la mayoría de trámites gubernamentales, pero lo mantenía para los de viajes y los matrimoniales.
En el reino ultraconservador todavía está vigente la tutela masculina para las cuestiones del matrimonio, para el que tiene que pedir permiso a su tutor, que puede ser desde su padre o marido hasta su hermano o primo.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que esto significa que un hombre controla a una mujer en el país desde que nace hasta que muere.
En los últimos años el controvertido príncipe heredero Mohamed bin Salman ha impulsado varias reformas para ir eliminando las restricciones a las mujeres saudíes como parte del proceso de cambio de imagen que quiere propiciar en el exterior, como el levantamiento del veto de conducir a mediados de 2018.
Sin embargo, las activistas de derechos de la mujer en el reino, que lucharon por terminar con esa prohibición, fueron detenidas unas semanas antes y se encuentran pendientes de un juicio, como es el caso de Loujain al Hathloul, que figura entre los nombres para el premio Nobel de la Paz junto a otros defensores de los derechos humanos encarcelados en el país.