Human Rights Watch y Amnistía Internacional están en contra de la candidatura del territorio árabe para liderar la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer por los ataques antifeministas que comete el reino conservador.
Amnistía Internacional (AI) criticó este viernes que Arabia Saudí sea nombrada próximamente presidenta del foro de igualdad de género de las Naciones Unidas (ONU) pese a los «continuos ataques contra los derechos de las mujeres» que comete el reino conservador.
Asimismo, Human Rights Watch (HRW) demandó que la candidatura de Arabia Saudí para presidir durante el próximo año la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en inglés) de las Naciones Unidas «debería ser bloqueada» por parte de los países miembros de la organización.
Las delegaciones que asisten a la reunión anual de este año de la Comisión de la ONU «tienen que oponerse a la candidatura saudí, que tiene un historial atroz en materia de derechos de las mujeres», aseguró HRW en un comunicado.
Por su parte, la directora adjunta de Promoción de AI, Sherine Tadros, recordó en otro comunicado que la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que designa al país que preside el evento anual, «tiene un mandato claro para promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género y es vital que el presidente de la comisión lo defienda».
En este sentido, afirmó que «el pésimo historial de Arabia Saudí en lo que respecta a la protección y promoción de los derechos de las mujeres pone de relieve el enorme abismo entre la realidad vivida por las mujeres y las niñas en Arabia Saudí y las aspiraciones de la Comisión».
Tadros reiteró que la Carta de las Naciones Unidas establece claramente el respeto de los derechos humanos como objetivo primordial que deben cumplir todos sus miembros, especialmente cuando presidan alguno de los órganos de la ONU.
«La Ley de Estatuto Personal de Arabia Saudí de 2022, aclamada por las autoridades como un paso hacia el progreso y la igualdad, de hecho consolida la discriminación de género en todos los aspectos de la vida familiar, desde el matrimonio hasta el divorcio, la custodia de los hijos y la herencia y no protege a las mujeres de la violencia de género», afirmó.
Agregó que el primer código penal escrito de Arabia Saudí, al que AI tuvo acceso a través de un borrador filtrado, tendría «consecuencias catastróficas adicionales» para las mujeres del país, ya que concede inmunidad procesal penal a los autores de los «crímenes de honor», no tipifica como delito la violación conyugal, pero sí las relaciones sexuales consensuales fuera del matrimonio.
Además, recordó que las defensoras de los derechos humanos en el reino árabe se enfrentan a persecuciones y a destacadas activistas por los derechos de las mujeres se les han impuesto prohibiciones de viajar y otras restricciones a su libertad de expresión, según la organización.
Por todo ello, AI instó a Arabia Saudí a demostrar su compromiso con la igualdad a través de acciones concretas a nivel nacional, incluida la abolición del sistema de tutela masculina y la derogación de las disposiciones de sus leyes que discriminan a las mujeres.
Mientras, la misión saudí defendió su candidatura y aseguró que consideran «el empoderamiento de las mujeres como un objetivo colectivo de la comunidad internacional» y recalcaron «los pasos importantes y reformas» que ha llevado a cabo el reino en los últimos años.
Según explicaron fuentes diplomáticas a HRW, la monarquía del golfo Pérsico «es la única candidata a ocupar la presidencia del CSW» y se esperaba que fuera votada por «unanimidad» en la reunión del Consejo Económico y Social, que tuvo lugar el 22 de marzo.
Los diplomáticos del grupo regional occidental de la ONU reconocieron en privado a la organización los problemas de la candidatura saudí, aunque «no piensan oponerse ni convocar una votación registrada, ya que no quieren crear un precedente».
Actualmente, Filipinas ostenta la presidencia del CSW.
El pasado día de la mujer, el Centro del Golfo (Pérsico) para los Derechos Humanos (GCHR, en inglés) destacó los casos de mujeres en Arabia Saudí encarceladas por su activismo en redes sociales, entre ellos el caso de Salma al Shehab, condenada el año pasado a 34 años de prisión por sus publicaciones sobre actividades de derechos humanos en la plataforma X.