Con este gesto, Riad quiere acabar con su imagen de difusor de una visión ultra conservadora de la religión musulmana.
Tras una larga negociación con las autoridades belgas, Riad ha aceptado dejar de financiar este centro de culto que según algunos observadores favorecía la difusión del salafismo.
Una visión que no todos comparten. “La única prueba que se podría utilizar contra la mezquita sería lo que aqui se dice. Y si se traduce, no hay nada que tenga que ver con el terrorismo o con algo que se parezca”, explica Abdelkader, uno de los fieles que frecuenta la mezquita.
Riad gestionaba la mezquita desde los años setenta y con este gesto parece querer acabar con la reputación de exportar una visión ultraconservadora de la religión musulmana.
Y según algunos expertos, se trata de un movimiento bien calculado. “La mezquita va a renovar el discurso religioso que propagaba en Bélgica pero también en Europea”. dice Khalid Hajji, del Foro para la Sabiduría y la Paz Mundial. “Asi pues la decisión saudí es una decisión bien meditada que se inscribe en el contexto de apertura de Arabia Saudí”.
Riad está está multiplicando los gestos en los que muestra su voluntad de apertura, incluso en casa, donde ha autorizado a las mujeres a acudir a los estadios y a conducir.