Las ejecuciones crecieron un 53% en 2022 y registraron así su máximo en los últimos cinco ejercicios.
El informe de Amnistía no incluye (por no verificadas) los miles que se cree se llevaron a cabo en China.
La pena de muerte no remite. Antes al contrario, las ejecuciones alcanzaron en 2022 su máximo desde 2017. Lo denuncia el último informe anual de Amnistía Internacional, que señala un aumento del 53% respecto de 2021. Eso es lo que se sabe, porque el documento no incluye (por no verificadas) los miles que se cree se llevaron a cabo en China, Corea del Norte y Vietnam.