Jansa ganó las elecciones de 2018 con un radical discurso antiinmigración parecido al del húngaro Víktor Orbán y crítico con la UE.
Populista, antieuropeísta y contrario a la inmigración
Jansa ganó las elecciones de 2018 con un radical discurso antiinmigración parecido al del húngaro Víktor Orbán y crítico con la UE, pero no logró formar Gobierno por la oposición de muchos partidos a pactar con él. Dos años después fue investido primer ministro al frente de una coalición de cuatro partidos conservadores, después de que el Gobierno progresista dimitiera por falta de apoyo parlamentario. Lleva al frente del Partido Democrático Esloveno (SDS) desde 1993.
«Gracias a las políticas de inmigración, Hungría es un país seguro mientras Bélgica, que sigue una política incorrecta, no lo es», tuiteó recientemente. Aliado, junto a Polonia, en la defensa de Orbán, que ha legislado contra la presencia de contenidos homosexuales en colegios, ámbitos públicos y la televisión, ha afirmado que imponer «valores europeos imaginarios» en Europa central acabará con la UE.
Seguidor de Trump
Durante su segundo mandato fue apodado como el «príncipe de las tinieblas», pero ahora Jansa es conocido como «Mariscal Twitto», por su frecuente uso de la red social Twitter para difundir sus consignas, y como «Mini-Trump», por su admiración por el expresidente de EEUU.
Sin ir más lejos, en la madrugada del 3 al 4 de noviembre de 2020, mientras el mundo esperaba el fin de la era de Donald Trump, Jansa tuiteó de forma compulsiva a favor del magnate, felicitándole por su supuesta victoria electoral el 4 de noviembre antes de que los resultados, que dieron el triunfo a Joe Biden, fueran confirmados oficialmente. Está «muy claro que los norteamericanos han preferido a Trump por encima de Biden», escribió en su Twitter.
Insultos a la prensa
La Comisión Europea y numerosas organizaciones internacionales han condenado los sistemáticos ataques de Jansa contra la prensa independiente que ha justificado diciendo que «en esos tiempos [cuando él ejerció], el periodista era algo más. Era diferente». En la misma línea, en varias ocasiones se ha referido a los periodistas como «presstitutes» con un juego de palabras entre prensa y prostituta en inglés.
La batalla de Jansa contra la prensa se alimenta de insultos del primer ministro y acusaciones de mentiras y manipulación. «En alguna página de Facebook, los burdeles ofrecen servicios baratos de las prostitutas retiradas Evgenija C y Mojca PŠ. La primera por 30 euros, la segunda por 35 euros», llegó a escribir en Twitter acerca de dos periodistas eslovenas.Noticias relacionadas
Problemas con la justicia
Aunque en sus anteriores experiencias como primer ministro (2004-2008 y 2012-2013) ya apuntó maneras populistas, fue acusado de ahogar a la prensa y acabó en la cárcel por corrupción, es ahora cuando ha cargado abiertamente contra el resto de sectores. Periodistas, oenegés, fiscales, escritores, intelectuales y las instituciones europeas están en su punto de mira. En su juicio por corrupción llegó a asegurar que su «problema con los jueces es que son comunistas».
Del mismo modo, el primer ministro también ha sido acusado de vulnerar la independencia de la justicia al obstruir la elección de fiscales, algo por lo que dimitió la ministra de Justicia de su coalición. Jansa, que fue condenado a dos años de cárcel por haber aceptado un soborno en 2006 en relación con la firma de un acuerdo con el grupo de defensa finlandés Patria por valor de casi 300 millones de euros, ha negado en reiteradas ocasiones los cargos que logró, sin embargo, que la Corte Constitucional anulase a finales de 2014.
Este político, que siempre calificó de «farsa» las acusaciones contra él, escapó a un nuevo juicio posterior debido a la prescripción de los hechos y ya de paso exigió al Estado una indemnización de 900.000 euros en un procedimiento que sigue abierto.
Viraje político
Ferviente miembro de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia en su juventud, Jansa se ha ido escorando cada vez más hacia planteamientos ultraderechistas al frente del Partido Demócrata Esloveno (SDS), miembro del Partido Popular Europeo (PPE).
Así, pasó de ser en 1991 el ministro de Defensa bajo cuyo mando las fuerzas eslovenas resistieron al Ejército yugoslavo hasta que, tras diez días de combate, se cerró un alto el fuego que supuso, en la práctica, el reconocimiento de la independencia de Eslovenia. Igual que Orbán, empezó siendo un liberal favorable a la independencia de su país, y ahora se acerca cada vez más a los postulados de la extrema derecha y los valores tradicionales.