En el pasado año, la ola de apostasías no ha hecho más que ralentizarse de forma moderada. En el año 2020 apostataron menos personas que en 2019. Evidentemente, este hecho viene dado por las restricciones impuestas como medidas para prevenir el Coronavirus. Entre los meses de marzo y mayo del 2020, y de nuevo en noviembre de 2020 fue, de hecho, casi imposible apostatar. Las autoridades competentes y los juzgados de primera instancia no estaban abiertos al público.
El año 2019 fue hasta la fecha el año en el cual se registraron más apostasías desde 1950, año en que comenzó el censo de la Conferencia Episcopal alemana. En el apartado de la página web de la Conferencia Episcopal titulado «la Iglesia en cifras» (Kirche in Zahlen) se puede descargar el material estadístico.
En Alemania viven un total de 43,6 millones de cristianos
El presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes (Zentralkomitee der deutschen Katholiken) esperaba muchas más apostasías de las que muestran las estadísticas de 2020. No cree que el camino sinodal esté en peligro.
A pesar de las restricciones, en 2020 apostataron 221.390 católicos. La pérdida neta fue de 410.000 católicos. Esta cifra incluye, además de las bajas, las entradas, las conversiones, los bautismos y los fallecimientos. En el año 2019 seguían viviendo en Alemania un total de 22,6 millones de católicos, que pasaron a ser 22,19 millones en 2020. Este mismo año vivían en el país un total de 20,2 millones de cristianos evangélicos. A finales de 2020, la población de Alemania era de 83,2 millones de habitantes, de los cuales 43,6 millones son cristianos. Dentro de estas cifras se incluyen aproximadamente 1,2 millones de cristianos pertenecientes a comunidades eclesiásticas libres y a sectas cristianas. A diferencia de lo que ocurre con la Conferencia Episcopal alemana y con la Iglesia Evangélica alemana, sobre este asunto no hay cifras oficiales. Hay que apoyarse en las estimaciones del Servicio de Información y Medios de Comunicación de Estudios Religiosos (Religionswissenschaftlichen Medien-und Informationsdienstes), las cuales nos ofrecen una visión generalizada del tema que es de gran utilidad.
El grupo de personas sin creencias religiosas es el más numerosos
La tendencia descendente continúa, lo cual llevará a que el próximo año, o como mucho dentro de dos años, se produzca un cese histórico. Tanto la Iglesia nacional evangélica como los obispados católicos pierden cada uno entre cuatrocientos y quinientos mil afiliados al año. Si esta tendencia de los últimos años se mantiene, 2021 o 2022 podrían ser el último año en el que los cristianos sean el grupo dominante en la población alemana.
Desde hace tiempo el grupo más grande dentro de la población es el de las personas sin creencias religiosas, que suponen el 39% de la población. En 1950, los católicos seguían siendo el 46,1% de la población de la República Federal de Alemania. A día de hoy, un 26,7% de la población es católica, mientras que un 24% es protestante. El desarrollo de esta situación de disminución en las cifras hará que cambie bastante la vida cotidiana de las personas. En algún momento se cuestionarán las fiestas relacionadas con el cristianismo. Además, hace tiempo que los valores cristianos no son políticamente aceptables.
La mayoría de los católicos que han apostatado pertenecen a la archidiócesis del cardenal Marx
Analizar con detalle las diócesis puede decirnos mucho. A pesar de las profecías catastrofistas lanzadas por los medios, en la archidiócesis de Colonia no está apostatando un número desproporcionado de católicos. De entre los 1,9% de católicos que vivían en Colonia en el año 2019, apostataron 17.200. De entre los 1,64 millones de católicos que aún vivían en la archidiócesis de Múnich y Frisinga, apostataron un total de 22.600. Por lo tanto, la archidiócesis del cardenal Reinhard Marx se sitúa tristemente a la cabeza de apostasías en números absolutos en el año 2020. Si se tiene en cuenta la relación en cuanto al número de católicos, la archidiócesis de Berlín se sitúa en primera posición, con un 1,8% de apostasías entre los católicos.
Un índice importante dentro de las estadísticas anuales es el de la administración de los Sacramentos. El punto de mira está especialmente en los Sacramentos de iniciación: Bautismo, Confirmación y Primera Comunión. Las cifras del año 2020 no dicen mucho por sí mismas, por lo que habrá que esperar a contar con las cifras de los años próximos. Se puede observar un descenso en la administración de todos los Sacramentos.
Los enlaces matrimoniales, bautizos y primeras comuniones disminuyeron alarmantemente
El descenso en la cifra de enlaces matrimoniales es alarmante. Se pasó de 38.500 bodas en el año 2019 a 11.800 en el año 2020. No cabe duda de que en un año marcado por grandes restricciones debidas a la política que se ha seguido por la pandemia no se han podido celebrar muchas bodas.
El descenso en el número de bodas es significativo en relación con la importancia que los católicos le dan a los Sacramentos en sus vidas. Será interesante ver si en los años sucesivos las bodas se irán recuperando o si, por el contrario, los católicos consideran el Sacramento del matrimonio como algo prescindible tras el coronavirus.
El descenso en la cifra de bautizos y primeras comuniones es desproporcionado si se compara con los años anteriores. Por lo tanto, habrá que observar si se irá recuperando la administración de los Sacramentos y si habrá, por consiguiente, un aumento en las cifras o si, por el contrario, habrá un descenso aún mayor y permanente de estas cifras. En definitiva, la cifra de fieles habituales ha caído en picado. Ya en el año 2019 la cifra era dramática, concretamente de un 9,1%. Con motivo de este año marcado por el coronavirus, la cifra ha alcanzado un alarmante 5,9%.
Solo uno de cada veinte católicos asiste habitualmente a la misa dominical
Al igual que en el pasado, en la mayoría de los obispados de Alemania el domingo es día de precepto. Está aún por ver si la cifra de fieles que asisten a misa los domingos volverá a aumentar una vez termine la pandemia. Lo paradójico de la cifra es que, en el año 2020, en porcentaje, apenas se contabilizó un 10% de los fieles en comparación con el primer año del censo de 1950. Siendo la cifra entonces de un 50,4%, se podía decir que más de uno de cada dos católicos asistían habitualmente a misa los domingos. En el año 2020, hace falta un pequeño empujón para decir que uno de cada veinte asiste habitualmente.
