El equipo de gobierno de Langreo se ratifica en que retirará la imagen mientras la Iglesia y la sociedad de festejos se niegan a guardarla
La talla de la Virgen del Carbayu, que preside desde 1954 la entrada del Ayuntamiento de Langreo, parece que tiene los días, quizás las horas, contados en su actual emplazamiento. Se retirará, confirman en el Consistorio. Y se hará «en el momento más adecuado en cumplimiento del acuerdo plenario del pasado mes de abril. No se buscará ni alimentará la polémica».
El equipo de gobierno, formado por Izquierda Unida y Somos, acometerá la retirada de la imagen de la patrona del concejo «siempre desde el máximo respeto y garantizando la igualdad religiosa, no se pueden hacer diferencias». Lo que está en el aire es dónde se guardará, ya que se ofreció a la Iglesia y a la Sociedad de Festejos del Carbayu. Ambas entidades se negaron a acogerla porque su deseo es «que permanezca en el Consistorio».
El alcalde, Jesús Sánchez, explicaba ayer que «la reacción de los vecinos en la mañana del miércoles vino a disipar cualquier duda. Esa talla es un símbolo religioso, no histórico por lo que tengo claro que el Ayuntamiento no es su lugar». El político de IU aludía a la bronca que se organizó, con los vecinos increpando a varios ediles de Somos, durante la entrega de las firmas recogidas a favor de la continuidad de la imagen en el Consistorio.
Sánchez aclaró, además, que la talla no permanecerá ni en el Ayuntamiento «ni en cualquier otro lugar público, como centros sociales municipales» y recordó que así quedó reflejado en el acuerdo plenario con el que Langreo se sumó a la red de municipios laicos con los votos, además del equipo de gobierno, a favor de PSOE y Ciudadanos. En total, 18 ediles. Los tres concejales del PP votaron en contra.
En el equipo de gobierno no entienden la reacción de los vecinos tras la lectura del manifiesto a favor de que la Virgen siga en el Consistorio, cuando los participantes en el acto entendieron que los concejales de Somos les estaban provocando y acabaron enzarzados en una más que tensa discusión.
El regidor explicaba ayer que «los concejales no bajaron a provocar, sino a escuchar el manifiesto. La reacción vecinal fue desmesurada». «Lo que no entiendo es la presencia de un diputado de Foro entre los vecinos, ¿quién es el que provoca?», apostilló en referencia al político langreano Pedro Leal, quien es partidario de que la talla se mantenga en el interior de la Casa Consistorial.
El regidor admitía estar sorprendió por la reacción de los vecinos, a los que minutos después de la tensa confrontación recibía en el salón de plenos, donde escuchó sus argumentos.
Pero a Jesús Sánchez ayer le faltaba algo: «Esperaba que los organizadores del acto se disculpasen por lo ocurrido, que creo fue solo un sector minoritario de los presentes. Nadie se puso en contacto con el Ayuntamiento», añadía sobre la bronca que tuvieron que soportar varios ediles por parte de los asistentes a la lectura del manifiesto y entrega de firmas.
Los concejales de Somos Elías López y José Alberto Caveda incidieron, por su parte, en que no quisieron provocar y se ratificaron en que consideran que el Ayuntamiento no es el lugar idóneo para una imagen religiosa como la talla de una Virgen.
«Intentamos dialogar»
Caveda puntualizó que «escuchamos todo lo que nos decían los vecinos e intentamos dialogar con ellos, y eso que nos llamaron de todo. A mí concretamente un señor me amenazó de muerte en mi cara, pero no buscamos el enfrentamiento, es un tema delicado y respetamos las creencias de cada vecino».
Respecto a la petición de que se convoque una votación vecinal para ver si se retira o no la Virgen, el regidor manifestó que «si ese fuera realmente el principal problema de Langreo lo convocaría».