Año tras año, sobre todo en lo que va de siglo del siglo XXI, incluso más que durante el nacional catolicismo (1939-1976) la Feria y fiestas de Albacete, de origen medieval (constan datos desde 1305), cuando la ciudad se denominaba Al-Wasit o Tierra intermedia, siempre fueron ferias de intercambio de productos agrícolas, de diversión y bullicio, feria de ganados, donde se “facián” negocios y se procuraba diversión a raudales.
Musulmanes, judíos, cristianos y personas sin religión, a lo largo de siete siglos y en diferentes circunstancias han convivido en este primer pequeño núcleo rural y urbano del marquesado de Villena, elevado a villa y después a ciudad, siendo la capital de la provincia que ha ido creciendo incesantemente hasta alcanzar los hay casi 200.00 habitantes de hecho, la más grande de Castilla La Mancha.
Sus FERIAS fueron siempre muy populares, aunque no exentas, en algunas etapas de los siglos XVIII y XIX, de confrontaciones políticas y religiosas. Ya que la Iglesia católica siempre se ha ido queriendo apropiar de fiestas y ferias (incluso por cuestiones crematísticas, más que espirituales), algunas anteriores al cristianismo, como bien sabemos para remarcar su enorme poder terrenal.
Es a finales del siglo XVI cuando se conocen de romerías y peregrinaciones diversas, realizadas por devotos católicos para pedir agua a santos y vírgenes o curación de pandemias, enfermedades…etc. De hecho las advocaciones marianas a la imagen de los Llanos, data de los siglos XV y XVI. Pero el interés, por parte del clero, de introducir rituales y procesiones en ferias y fiestas ha sido una prioridad. Lo cierto es que durante el franquismo la Feria y fiestas de septiembre a la imagen de los Llanos, se le dio una importancia notoria dentro de los actos. Incluso comenzó a cerrar la cabalgata inaugural e, incluso, la imagen “acompaña” al alcalde/sa de turno en la clásica “apertura de la puerta de hierros del ferial”. Se instaló una capilla en el recinto ferial y durante la democracia, según que épocas ha ocupado más o menos espacios religiosos en el programa de feria, del 7 al 17 de cada septiembre.
Por culpa de la pandemia, en 2020 no hubo feria y este año (2021) acertadamente o no, el Ayuntamiento ha programado una especia de NO FERIA con diversa actividad recreativa y cultural en el recinto ferial, paseo central y en algunos barrios.
Eso sí, en lo que es la “sartén” ejidos y sus círculos y calles, donde en “ferias habituales” hay tenderetes, restauración, exposiciones, cultura… vida y bullicio a raudales y la imagen se situaba en una pequeña capilla interior para los católicos y católicas que subían a “visitarla”, este año en la NO FERIA está prácticamente cerrado todo el recinto. Pero la imagen de los Llanos OCUPA EL CENTRO de ese ferial, debajo de la capilla y se realizan rituales y misas a las que acuden las y los políticos de turno, además de feligreses. PRESIDE LA NO FERIA EN UN LUGAR MUY PREFERENTE Y EMBLEMÁTICO.
EN SUMA, EL AYUNTAMIENTO, EN ESTE 2021, ADMINSITRADO POR EL PSOE CON APOYOS VARIOS, HA HECHO DEL RECINTO FERIAL UNA GRAN IGLESIA AL AIRE LIBRE, QUE LA PRESIDE LA IMAGEN DE LOS LLANOS, QUE NI CON EL FRANQUISMO PUDIMOS VER.
ES DECIR UNA “NO FERIA” FUERTEMENTE CONFESIONALIZADA.