Un ataque suicida y posterior asalto que se ha producido este viernes contra una mezquita de la minoría chií en Kabul ha dejado más de 20 muertos, mientras que el de heridos ha superado los 40, informó una fuente oficial afgana.
“Más de 20 personas han muerto y otras 40 resultaron heridas en el ataque contra la mezquita de Kabul”, dijo el portavoz del Ministerio de Salud Pública de Afganistán, Ismal Kawsi.
El atentado contra el templo de la minoría chií se produjo durante el rezo del viernes cuando, después de que un suicida detonara la carga explosiva que llevaba adosaba al cuerpo, varios hombres armados sin identificar penetraron en la mezquita Imam Zaman, ubicada en una zona residencial de la capital afgana.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Najib Danish, confirmó la muerte de una decena de personas y de 30 heridos en el ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI).
Entre las víctimas mortales hay tres miembros de las fuerzas de seguridad.
“Un miembro de la Unidad Especial de la Policía ha muerto y otros siete fueron heridos. Dos policías murieron y otro fue herido“, informó en su cuenta de Twitter el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Najib Danish.
El de este viernes es el primer ataque de envergadura ocurrido en Afganistán desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el lunes su nueva estrategia para el país, que incluye el envío de más tropas estadounidenses.
El anuncio de Trump fue celebrado por las autoridades afganas, mientras que los talibanes, el principal grupo insurgente del país, advirtieron de que Afganistán se convertirá en el “cementerio” de Estados Unidos.
Los atentados contra la minoría chií son comunes en Afganistán y el último de ellos se produjo hace tres semanas, cuando 29 personas murieron y 63 resultaron heridas en otro ataque suicida reivindicado por el Estado Islámico contra una mezquita de este colectivo en la ciudad de Herat (oeste).
Según el informe del Inspector Especial para Afganistán (SIGAR) de Estados Unidos divulgado este mes, la guerra en Afganistán está “estancada”, con los insurgentes controlando el 40 % del país.