Una instrucción previa pedía a los centros de salud que no facturaran por la asistencia sanitaria
Los centros de salud de la Comunidad de Madrid han recibido una circular en la que se les da instrucciones para que no facturen por la asistencia sanitaria que presten a los peregrinos extranjeros que participen en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). La circular ha llegado por correo electrónico y en ella se lee que la orden procede del director general de Atención Primaria, que es Antonio Alemany.
"No se debe realizar facturación por la asistencia prestada en nuestros centros de salud", asegura la comunicación recibida en los centros. La Comunidad de Madrid ha rectificado esta tarde sus instrucciones a los centros de salud con respecto a la asistencia sanitaria. En un nuevo correo electrónico Sanidad les dice que deben "tomar nota de los datos (nombre y apellidos, país de origen y seguro de viaje, en su caso) del usuario y del concepto facturable para, con posterioridad, y de acuerdo con la normativa de aplicación y la cobertura existente en función del país de origen, proceder a la gestión del reembolso".
Con la notificación enviada a primera hora de esta tarde la Consejería de Sanidad rectifica las instrucciones que recibieron ayer los más de 400 centros de salud de la región. El nuevo correo electrónico asegura que "la asistencia no debe ser facturable, en el sentido de cobro directo y en el momento de la atención al usuario". En la comunicación de ayer quedaba muy claro que las órdenes eran no facturar. Decía así: "Tras las dudas surgidas en varios centros de salud con respecto a la atención sanitaria prestada a participantes de la JMJ, os informamos de que (empieza texto en negrita) no se debe realizar la facturación por la asistencia prestada en nuestros centros de salud (termina la negrita)". Los centros de salud nunca cobran en el momento por el servicio, sino que siempre toman los datos del paciente y elaboran la factura correspondiente.
Es poco frecuente cobrar por la asistencia sanitaria en los centros de salud del sistema público, pero sucede de vez en cuando, especialmente en el caso de extranjeros de fuera de la Unión Europea que no presentan una tarjeta sanitaria válida. Los servicios se les facturan según unos precios públicos que fija cada comunidad autónoma. En Madrid, por ejemplo, la consulta con un médico de familia cuesta 39 euros. Si además incluye pruebas complementarias, la tarifa es de 57 euros. Una consulta de enfermería cuesta 18 euros. Un tratamiento de fisioterapia, 71. Si una persona necesita asistencia de noche o en fin de semana, que la atiendan en los centros de salud abiertos 24 horas (llamados SUAP) le costará 58 euros. Una consulta de salud bucodental sale por 60 euros. La orden por la que la Consejería de Sanidad fija estos precios públicos es de agosto de 2009.
La sanidad pública española no es del todo universal. Hay ciudadanos españoles que no están amparados por el sistema público, que por ejemplo no cubre a parados sin subsidio con alguna renta ni a quien no ha cotizado nunca y tiene ingresos. Se calcula que entre 100.000 y 200.000 españoles no tienen derecho a la sanidad pública. Ese agujero del sistema será cerrado en breve. El Congreso aprobó el 27 de julio pasado la Ley General de Salud Pública, que extiende el derecho a la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos. El texto asegura, por ejemplo, que los parados de larga duración que han agotado el subsidio de desempleo tendrán derecho a la sanidad pública gratuita a partir del 1 de enero de 2012. Ampliar la cobertura para que sera realmente universal costará 100 millones de euros.
CC OO de Madrid ha recordado ante la decisión de Sanidad que "la práctica habitual cuando se presta asistencia sanitaria a ciudadanos de otros comunidades autónomas o de otros países, es la de pasar la correspondiente factura a la región o país de origen". El sindicato ha pedido que se aplique la normativa también con los peregrinos y ha reclamado al Gobierno regional que explique los motivos de estos privilegios que "no se dan al resto de ciudadanos". UGT ha recriminado al Gobierno regional, también a través de un comunicado, "que se regale la atención médica cuando los madrileños, con sus impuestos, pagan por ella". Esto "no es admisible", han reprochado a Sanidad a quien han recordado que "la Consejería no puede suspender, para los peregrinos del Papa, las leyes y decretos que regulan la atención sanitaria en la Comunidad de Madrid, por mucho que se trate de un evento de excepcional interés público".
El portavoz de IU en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, Rubén Bejarano, ha criticado la circular remitida a centros de salud públicos. "No se entiende este tipo de privilegios para ciudadanos que vienen temporalmente a participar en un evento religioso. Vivimos en un estado aconfesional, las administraciones públicas deben garantizar por igual a todos las personas que visitan nuestra Comunidad y no por motivos religioso", ha declarado. Como reacción, Bejarana ha anunciado que "el grupo parlamentario de IU pedirá la comparecencia del Consejero de Sanidad Javier Fernández-Lasquetty para que explique los motivos de esta circular".
Los servicios sanitarios de Madrid registraron hasta ayer casi 500 asistencias de carácter leve a los peregrinos llegados a la capital, a las que hay que sumar las 28 intervenciones esta mañana, según informa Emergencias Madrid. La mayoría se debe a lipotimias, mareos, crisis de ansiedad y pequeñas heridas o cortes, causados por el excesivo calor de estos días y las aglomeraciones de gente. Las atenciones se han producido en las calles de la capital, en albergues, polideportivos y en el centro de voluntarios de Ifema.