El representante adjunto de Naciones Unidas para Afganistán, Markus Potzel, ha mantenido una reunión con el ministro talibán en funciones para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohamed Jalid Hanafi, a quien ha pedido que levante el veto contra la educación de las mujeres y su trabajo para las ONG.
Los talibán han sido objeto de las críticas internacionales por su decisión de impedir el acceso a la educación secundaria y universitaria a las mujeres del país, y de prohibir el trabajo a las cooperantes humanitarias.
Esta última decisión ha paralizado las actividades de numerosas ONG que necesitaban de sus empleadas para relacionarse con las mujeres del país, dada la estricta política de segregación impuesta por el movimiento fundamentalista desde el retorno al poder.
Según un comunicado de la Misión de la ONU en Afganistán, la UNAMA, Potzel trasladó al ministro talibán que las últimas prohibiciones son un «acto de discriminación contra las mujeres» que están impidiendo que los afganos reciban una ayuda imprescindible para sobrevivir».
De igual modo, Potzel ha recordado el impacto que estos vetos están teniendo en la economía afgana, por lo que ha solicitado al ministro que contemple «su levantamiento urgente», concluye el comunicado.
Potzel mantuvo recientemente otra reunión con el ministro de Educación Superior de los talibán, Mohamed Nadim, considerado como uno de los elementos más extremistas del movimiento fundamentalista, a quien también solicitó el levantamiento urgente de las prohibiciones que, según la UNAMA, podrían abrir una «nueva era de crisis en el país».
