Dos afganos ayudan a un amigo herido en un ataque suicida en una mezquita chiita de Kabul, el 25 de agosto de 2017.
Autoridades también estudian la posibilidad de armar a 20 mil habitantes de pequeños pueblos para luchar contra los islamistas.
El Gobierno de Afganistán empezó a distribuir armas a centenares de civiles para que ayuden a proteger las mezquitas durante la celebración de una festividad religiosa, anunció en su web el segundo vicepresidente del país, Sarwar Danish.
Durante la celebración del mes sagrado del Muhárram el Gobierno desplegará en paralelo a soldados y policías suplementarios en los lugares de culto, sobre todo en los de la minoría chiita.
Los chiitas —una minoría de tres millones de personas en Afganistán, un país mayoritariamente sunita— son con frecuencia el objetivo de los atentados de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y acusan a las autoridades afganas de que no les protegen.
“Tras los desafortunados incidentes recientes, la gente no debe confiar solo en las fuerzas de seguridad para que les den protección. La gente, especialmente los jóvenes (….) necesitan concentrarse en mantener la seguridad de las mezquitas durante los días del Muhárram”, dijo Danish tras reunirse el lunes con altos responsables de seguridad y líderes chiitas.
Las autoridades también estudian la posibilidad de armar a 20 mil habitantes de pequeños pueblos para luchar contra los islamistas.
El mes sagrado del Muhárram, que empieza esta semana, marca el inicio del año nuevo islámico y del periodo de duelo por la muerte, en el siglo VII, del imán Huséin, nieto del profeta Mahoma y líder espiritual del chiismo.
El décimo día del Muhárram se conoce como Ashura.