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Contemplo perplejo en la televisión andaluza un reportaje sobre la celebración de la Semana Santa en colegios. En horario lectivo se montan pasos y ensayan desfiles procesionales con niños y niñas vestidos de nazarenos, legionarios, costaleros y niñas con mantilla. Adoctrinamiento religioso a lo bestia.
Y todo fomentado por la Junta de Andalucía, cuya consejería de Educación ha remitido una circular a los centros de enseñanza autorizando a “visitar capillas o recrear pequeños museos cofrades”, sustituyendo a las actividades docentes básicas, como la enseñanza de matemáticas, lengua, ciencias, historia…, de las que nuestro alumnado debe estar sobrado. El “fervor cofrade” será nuestra I+D, nuestra seña de identidad diferencial. Andalucía imparable.
Imponer la Semana Santa en colegios e institutos públicos choca frontalmente con la aconfesionalidad establecida en la Constitución, y con el derecho fundamental a la libertad de conciencia. Hay que tener en cuenta que un tercio del alumnado elige no estudiar religión católica, y que existen otras religiones. Que una clase dedique tiempo lectivo a montar mini pasos o hacer disfraces procesionales, vulnera gravemente la libertad de los padres y madres a elegir la educación y creencia religiosa de sus hijos, y la libertad de conciencia de los menores, y su derecho a no ser adoctrinados ideológica ni religiosamente.
Pero la agenda de adoctrinamiento ideológico del gobierno del PP no queda ahí. Espoleado por Vox, pretende imponer en las escuelas contenidos que nada tienen que ver con la formación científica y humanista del alumnado, ni con los valores democráticos y de tolerancia que deben prevalecer en una sociedad avanzada.
Así, alumnos andaluces están siendo formados en “valores” cinegéticos, con contenidos elaborados por Federación Andaluza de Caza, entidad totalmente ajena a la docencia y que sólo pretende frenar el creciente descenso de aficionados a la caza. No sé si terminaremos viendo a alumnos aprendiendo a manejar armas, como ya se hace en Extremadura.
Y no podían faltar los toros. Miles de alumnos reciben clases de tauromaquia, conocimiento esencial para aumentar la competitividad de nuestro alumnado y conseguir que lideren el informe PISA.
Adoctrinamiento e involución.
