Es el ex sacerdote Ernesto García Rubio, pastor de la Iglesia de la Divina Providencia de Miami, fue acusado de abusar de niños durante la década de los ochenta, según informó la agencia ANSA.
Las denuncias contra García Rubio, surgen de una investigación de los abogados de Miami, Staurt Mermelstein y Jessica Arbor, según los cuales tanto el Vaticano como la Archidiócesis de Miami conocían que el sacerdote de origen cubano era una “amenaza” para los niños y sin embargo “no hicieron nada para advertir a sus feligreses”.
Los abogados del caso han aportado documentación a la investigación que demuestra que Luigi Raimondi, Nuncio Apostólico Vaticano en Estados Unidos, había enviado un dossier confidencial al arzobispo de Miami, Coleman Carroll, advirtiendo sobre la “mala conducta sexual” de García Rubio.
En esos documentos Raimondi advertía que García Rubio “estuvo obligado a salir de Cuba a causa de su mala conducta sexual” y pedía al arzobispo de Miami que hiciera “todo lo posible para proteger a ese sacerdote, con su amor paternal de siempre”.
Los abogados afirman que “la respuesta a las denuncias de abuso cometido por el padre García Rubio muestra un completo desprecio por la seguridad y el interés de los niños” por parte de las autoridades religiosas.
Contra el sacerdote existen ochenta denuncias de acoso sexual de la comunidad cubana de los conocidos como “marielitos”, que salieron por el puerto del Mariel durante la crisis migratoria de los ochenta, pero también de niños provenientes de Nicaragua y El Salvador.
Este caso no es aislado y en 2004 la Archidiócesis de Miami accedió a pagar 3,4 millones de dólares en compensación a las víctimas de sacerdotes pedófilos para evitar juicios.