La sociedad exime el pago de los derechos de autor durante la Jornada Mundial de la Juventud
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha eximido a la organización encargada de celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de pagar las tasas por los derechos de autor. Según fuentes de la SGAE, el procedimiento ha sido idéntico al que llevan en otros casos, como conciertos o festivales solidarios.
La organización se puso en contacto con ellos enviando un archivo con las actividades programadas (más de 300). La SGAE valoró "exhaustivamente" los contenidos y comprobó que aproximadamente sólo un 10% del programa pertenecía al repertorio integrado en la sociedad: "El otro 90% era de dominio público o música religiosa, generalmente de autores desconocidos". Y después decidió colaborar perdonando el pago de las tasas, que según las mismas fuentes, "son ínfimas, casi anecdóticas. No pasan de las tres cifras".
Rafael Rubio, director de comunicación de JMJ, confirmó ayer que habían llegado a "un acuerdo de patrocinio que nos exime de cualquier pago". Aunque la palabra patrocinio, según la SGAE, más que patrocinio es una "simple colaboración entre una empresa privada y una asociación".
La organización de la JMJ, no obstante, ha colocado el logotipo de la SGAE en la sección de patrocinadores de su página oficial, junto a otras entidades privadas o medios de comunicación. La sociedad asegura que es "una forma de cortesía" porque en realidad lo único que han hecho es indultar el pago, que es "indefinido, pues hasta que no pasen las jornadas no se sabría de cuánta cantidad se trata".
Los autores, en cualquier caso, van a percibir el ingreso determinado por sus derechos de autor en el caso de que se utilice alguna de sus canciones. La decisión se tomó tras "una discusión entre algunos miembros de la SGAE".
Según el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, el gasto total será de unos 50,5 millones, de los cuales un 70% será sufragado por los propios participantes y un 30% por las empresas patrocinadoras o donativos particulares.
Una de las últimas controversias de la SGAE, aparte de la presunta trama de corrupción que está siendo investigada, fue cuando en 2009 se embolsó el 10% de lo recaudado en un concierto benéfico que ofreció David Bisbal para un niño aquejado del síndrome de Alexander.
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