El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha acusado este domingo a Israel de "transformar la naturaleza del conflicto y convertirlo en un asunto religioso en lugar de político" a través de sus "demandas en Jerusalén Este".
Así, ha subrayado su rechazo a todo intento de convertir el conflicto entre israelíes y palestinos en un asunto de carácter religioso en base a su rechazo al extremismo y el terrorismo "en todas sus formas", según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
Abbas ha mostrado además su deseo de alcanzar una solución pacífica y justa al conflicto, al tiempo que ha advertido de que los intentos de Israel de anexionar Jerusalén Este y los actos contra la mezquita de Al Aqsa han provocado que el conflicto se haya convertido en una lucha de tipo religioso.
"Jerusalén ha de estar abierto a la adoración de los seguidores de las tres religiones, Islam, Cristianismo y Judaísmo", ha sostenido. Asimismo, ha resaltado la necesidad de alcanzar una solución al asunto de los refugiados "de acuerdo con la resolución 194 de Naciones Unidas, tal y como fue estipulado en la Iniciativa Árabe de Paz".
Por otra parte, ha advertido de que el fracaso del actual proceso de negociaciones tendría "consecuencias no deseadas para la región y el mundo", motivo por el que ha solicitado a la comunidad internacional que "intensifique sus acciones y aproveche la oportunidad, por el bien de los pueblos israelí y palestino".
NO HAY PUNTO MUERTO
Abbas ha reconocido a la cadena de televisión alemana Deutsche Welle que las conversaciones de paz con Israel son difíciles, pero ha indicado que en modo alguno se encuentran paralizadas, aunque se desarrollan con lentitud por los numerosos puntos de fricción entre ambas partes.
"Las negociaciones son difíciles pero no están en un punto muerto. Esto acaba de empezar y tenemos tiempo de sobra para lidiar precisamente con las cuestiones que complican estas conversaciones", ha declarado.
Abbas ha salido así al paso de las numerosas informaciones aparecidas en las últimas semanas que dan el proceso de paz por bloqueado, desde declaraciones de oficiales de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que daban las conversaciones por disueltas, hasta opiniones de fuentes diplomáticas occidentales que achacaban la parálisis a la insistencia de Israel en dominar los términos de la negociación.
El presidente palestino ha reconocido que la construcción de los asentamientos israelíes en territorio ocupado choca con la propuesta de la Autoridad Palestina para construir un estado acorde con las fronteras estipuladas previamente en 1967, pero no ha ofrecido más detalles por motivos de seguridad.
Israel, además, pide garantías de seguridad adicionales contra la acción de las milicias palestinas que operan en la Franja de Gaza lanzando cohetes contra el sur de Israel.
El exministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, ha considerado este domingo que Israel debería olvidarse de las conversaciones de paz con los palestinos y centrar sus relaciones con ellos en los ámbitos económicos y de seguridad, según declaraciones recogidas por el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
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