El Chuac presenta el primer protocolo de España para estos pacientes
El Complexo Hospitalario Universitario A Coruña presentó ayer en la reunión nacional de coordinadores de trasplantes, que se celebra en Alicante, el primer protocolo de España para el trasplante de donante vivo a testigos de Jehová. El documento, que incluye un consentimiento informado específico para estos pacientes, pretende servir de base para extender este tipo de intervenciones, de las que el centro coruñés ya ha practicado dos. «Tanto los donantes como los receptores se encuentran muy bien, con función renal normalizada», destacó Antón Fernández, coordinador de trasplantes del Chuac. En ambos casos, la donación se realizó de marido a mujer, en sendas parejas, una joven y otra de edad media.
La iniciativa surgió a raíz de las cuestiones planteadas por familiares y afectados y con ella se pretende dar acceso al programa de trasplante de donante vivo a esta confesión religiosa de una forma regularizada. «Algún hospital ha podido hacer alguna intervención, pero ninguna comunidad lo había protocolorizado», añadió.
El equipo coruñés, que ya contaba con experiencia en pacientes con limitaciones de fe en la realización de trasplantes con órganos de cadáver, decidió regularizar de alguna manera la práctica de estas operaciones sin necesidad de utilizar sangre o sus derivados, a lo que se niegan los testigos de Jehová. Las estadísticas indican que en un trasplante de riñón convencional (con órganos de cadáver) es necesario realizar transfusiones sanguíneas en el 25 % o 30 % de los casos. Si no durante la cirugía mismo, sí durante algún momento del proceso por sufrir, por ejemplo, una anemia.
«La operación, la cirugía, no cambia para nada», indicó Fernández, pero antes del trasplante se mejora la situación del receptor con EPO (eritopoyetina, una hormona que estimula la formación de eritrocitos, es decir, aumenta la cantidad de glóbulos rojos), para que «entre en el quirófano en las mejores condiciones, de manera que se eviten requerimientos sanguíneos», señaló.
No obstante, en el consentimiento informado que han de firmar los pacientes el equipo médico se compromete a intentar no utilizar sangre ni sus derivados, y el paciente acepta que en caso de riesgo para la vida de la persona o de pérdida del órgano donado «los profesionales podrán tomar todas las medidas necesarias».
El protocolo presentado ayer fue elaborado por el equipo de trasplantes del Chuac para los servicios de Urología, Nefrología y Anestesia, los directamente relacionados con el injerto renal de donante vivo, y sometido al comité de ética, que lo validó.
En España se calcula que viven 110.000 testigos de Jehová y la prevalencia de la insuficiencia renal terminal es de 80 casos por cada 100.000 habitantes, de modo que entre 80 y 100 pacientes de esta confesión religiosa podrían beneficiarse ahora de esta nueva fórmula de cirugía trasplantadora para no continuar dependiendo de la diálisis.
El equipo de trasplantes se compromete a no utilizar sangre ni sus derivados. Gustavo Rivas
Archivos de imagen relacionados