«Esto es una institución pública y aquí no caben sermones religiosos», denuncia la eurodiputada de IU Marina Albiol
El papa Francisco ha sido recibido en las puertas del Parlamento Europeo (PE) por el presidente de la institución, Martin Schulz, y ha dado un discurso a los eurodiputados entre el entusiasmo de algunos y la indignación manifiesta de otros. Ha sido la primera vez que un Papa visita la Eurocámara desde Juan Pablo II, que intervino ante el Parlamento y el Consejo de Europa en 1988.
“Europa envejecida”
En su discurso Francisco habló de una “Europa envejecida”, a la que instó a recuperar su “alma buena” y reencontrar unos valores relegados en parte por la crisis económica y la desconfianza ciudadana en sus instituciones. El pontífice instó en la sede del Parlamento Europeo (PE) a una Europa “envejecida y reducida” a que “redescubra” ese espíritu fundacional y que “no gire en torno a la economía” en su primer discurso en Estrasburgo, ante el pleno de la Eurocámara.
Entusiasmo de Pablo Iglesias
El discurso papal ha sido recibido con entusiasmo por el eurodiputado Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que no solo se ha dedicado a tuitear lo mucho que le estaba gustando sino que también ha liderado los aplausos que le han dirigido desde algunos escaños. Tan entregado se ha mostrado a Francisco que La Razón de Francisco Marhuenda se ha vuelto ‘pablista’ por unos segundos.
¿Posible encuentro?
Las palabras de elogio del secretario general de Podemos se han trasladado a la salida de la Eurocámara cuando se ha dirigido a los periodistas declarando que le encantaría poder reunirse y hablar con él “en el Vaticano o en Vallecas, donde fuera posible”. Incluso ha dejado entrever que ese encuentro puede consumarse: “Me encantaría conocer a Jorge Bergoglio y estoy de acuerdo en que estaríamos de acuerdo en muchas cosas (..) sería un honor. Hay compañeros (de Podemos) que tienen mucho interés. Y hasta ahí puedo leer”.
“Aquí no caben sermones religiosos”
Sin embargo, la visita papal al Parlamento Europeo también ha recibido críticas desde grupos de izquierda que han denunciado una injerencia religiosa en el máximo órgano de la soberanía popular europea. Así por ejemplo los seis eurodiputados de la Izquierda Plural (IU, Alternativa Galega de Esquerda e ICV) abandonaron el hemiciclo durante la intervención de Francisco como señas de protesta.
“Nos hemos salido porque entendemos que esto es una institución pública y aquí no caben sermones religiosos”, dijo a las puertas del hemiciclo la portavoz del grupo, Marina Albiol. “Entendemos que debe haber una separación entre las creencias religiosas y las instituciones públicas”, explicó Albiol, que consideró “muy llamativo” que otros eurodiputados de grupos con vocación laica no se hayan sumado a la protesta, “sobre todo una falta de respeto a las millones de personas laicas y de otras confesiones”, apuntó.
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