Han convocado un acto «para ver España cambiada» ocho días antes de las elecciones generales
“España ora por España” escriben con letras amarillas recortadas sobre un fondo rojo los impulsores de la idea. “Una iniciativa para ver España cambiada por el poder de Dios”, completan en el encabezamiento de la convocatoria. La bandera española ondea omnipresente en su web.
Más de 200 iglesias protestantes de toda España y otras 70 procedentes de una treintena de países se reunirán el próximo 1 de marzo en Madrid para pedir a Dios “que se haga la voluntad de él en este país”. La cita tendrá lugar ocho días antes de las elecciones generales. ¿Coincidencia? “No es un asunto político, en absoluto”, se defiende Máximo Álvarez Alvelo, pastor evangélico, director del Instituto Español de Evangelización a Fondo, ubicado en Sevilla y principal promotor de la iniciativa. Álvarez Alvelo rechaza cualquier intención política. Él mismo se confiesa votante del PSOE “desde siempre” e invita de manera expresa a reproducir ese dato para acreditar que su convocatoria “no tiene nada que ver con la de los obispos”. La página web que promociona la iniciativa invita, sin embargo, a pensar lo contrario.
“Pecado y libertinaje”
“Hoy por hoy, podemos decir que este plan concluye con las elecciones generales de marzo”, dicen los organizadores en la justificación de la convocatoria. ¿Quién está detrás? Según afirman, no es “una denominación, ni un grupo de exaltados incontrolados, ni un partido político”, sino “todo el pueblo de Dios en España, que está muy preocupado por su propio futuro”. El origen de tanta preocupación tiene bastante que ver, según sugieren, con el argumentario que defiende el PP y predica en público la jerarquía de la Iglesia católica española.
El menú de “temas básicos para orar” que proponen los organizadores resulta muy aclaratorio. Aluden a la necesidad de meditar “sobre la escalada de pecado y el libertinaje de nuestra sociedad sin precedentes”.
Esa nueva Sodoma española se manifiesta, a su juicio, en “leyes ajenas a la voluntad de Dios, una política que seculariza, margina y desprecia los valores cristianos, y una familia que se desmembra cada vez más”.
El vídeo que promociona la convocatoria es un homenaje amateur al tremendismo. “Los acontecimientos de los últimos años y meses, nos empujan a una situación en la que necesitamos orar juntos de forma urgente”, proclama en la introducción una voz en off.
Cuatro millones de gays
La España que describen es una potencia mundial en el consumo de drogas y adicta al juego, tanto como parece estarlo al aborto o el divorcio, y en la que cuatro millones de homosexuales aparentan vivir un día del Orgullo permanente.
La iniciativa “puede tener un carácter homófobo”, según Andrés de la Portilla, portavoz del colectivo gay evangélico. Las leyes “ajenas a la voluntad de Dios” son una referencia implícita a la ampliación de derechos sustanciada, entre otras cosas, en el matrimonio homosexual. “El modelo bíblico de familia no existe ni en la propia familia de Jesús, que condenaba a los fariseos, no a los homosexuales”, señala este activista protestante.
La FEREDE representa ante el Estado a la confesión evangélica española. Jorge Fernández, su portavoz, conoce la iniciativa, pero “ni entra ni sale”. “Nos parece que no hay nada objetable”, señala sin exteriorizar entusiasmo alguno hacia la idea. “Respetamos mucho la pluralidad y la libertad de conciencia. En cualquier caso, sí les hemos pedido expresamente que no se politice su contenido”.