Exigen revocar el homenaje aprobado por la Mesa del Congreso
La izquierda de la Cámara Baja está en pie de guerra. Lejos de apagarse, la polémica provocada por el homenaje de la Mesa del Congreso a santa Maravillas de Jesús, una monja "perseguida" durante la guerra civil, se reaviva. Decididos a no dar la batalla por perdida, ayer los miembros del grupo formado por IU, ERC e ICV seguían estudiando cómo bloquear la decisión.
Gaspar Llamazares era claro: "Llegaremos hasta las últimas consecuencias". En ICV, por su parte, los abogados estudian cuál debería ser el siguiente paso en caso de que la Mesa ratifique su decisión de colgar una placa en el Congreso en homenaje a la santa.
Habrá que esperar en todo caso a que se vea el recurso que el pasado viernes ambas formaciones registraron en la Cámara. Dado que llegó tarde y no fue calificado para la reunión de ayer, el máximo órgano del Congreso examinará el escrito la próxima semana. En ICV admiten que tienen pocas esperanzas en que la Mesa cambie su decisión, que es firme. Pero ello no significa que no pueda revocarse. Al amparo del Reglamento, cualquier decisión de la Mesa puede modificar o cancelar una anterior.
Con nocturnidad
Según el portavoz de IU, es "increíble que se haya tomados una decisión así y que además haya sido con nocturnidad". Los grupos que no tienen representante en la Mesa sostienen que no se enteraron hasta que la historia fue publicada en los periódicos.
La pasada legislatura, cuando IU propuso homenajear a Azaña y a otros diputados republicanos, se optó por crear una comisión. "Alegaron que era algo muy delicado y había que estudiarlo", recuerda Llamazares. Aquella petición se bloqueó.
"En este caso", se queja Llamazares, "parece que no es delicado pese a provocar sarpullidos a medio país". La decisión se adoptó con la ausencia de tres miembros de la Mesa: la conservadora Ana Pastor y el socialista Javier Barrero, que estaban de viaje, y la también diputada del PSOE Teresa Cunillera, que abandonó la sala para no tener que votar la iniciativa.
La actitud de Cunillera retrata la que poco a poco se apodera de su partido. El descontento entre sus diputados era manifiesto. Hoy, en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, el tema promete volver a salir.
Fuentes del partido ya confirmaron la semana pasada que no acudirían al acto de homenaje en caso de que se llegara a celebrar. Ayer, sin embargo, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, no quiso mojarse demasiado. En su opinión, "no es el debate que más interés suscita en la ciudadanía".
No obstante, a Pajín, que considera que "las Cortes deben seguir manteniendo su estatus aconfesional", se le ocurren "muchas otras mujeres que podían estar allí junto a Clara Campoamor".
Fuentes socialistas explicaron, en este sentido, que consideran que hay otras figuras cuyo homenaje podría suscitar un consenso más amplio entre todos los grupos parlamentarios.