La controversia de la publicidad atea ha llegado a los sindicatos italianos de conductores. Uno de ellos da la oportunidad de negarse a conducir un autobús que lleve los famosos anuncios
La polémica ha dividido a los sindicatos de Italia por los denominados "autobuses ateos" que está previsto circulen por las calles de Génova a partir del 4 de febrero, aunque los conductores que no deseen guiarlos pueden acogerse a la objeción de conciencia. Los autobuses genoveses llevarán el lema: "La mala noticia es que Dios no existe. La buena es que no hay necesidad", sobre un fondo de cielo azul y nubes blancas.
Se trata de una campaña publicitaria de la Unión de Ateos y Agnósticos Racionalistas (UAAR) y su presidente nacional, Raffaelle Carcano, ha argumentado que "partimos desde Génova porque es la ciudad del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Raffaele Bagnasca, y porque es la sede de la próxima marcha del Orgullo Gay", prevista para el 13 de junio después del día del Corpus Domine.
El sindicato confederal Faisa-Cisal, que agrupa a 900 de los 1.700 conductores de autobuses de la empresa de transporte público de la ciudad (Amt), ha señalado que los chóferes pueden acogerse a sus convicciones religiosas y de conciencia para no guiar los autobuses con el lema de los ateos.
"Algunos de los colegas han expresado sus dudas, pero como sindicato me parece que está fuera de lugar un escrito que toca la conciencia no sólo de los católicos y, por tanto, si algún conductor rehúsa guiar uno de estos autobuses lo apoyaremos", ha explicado Mauro Nolaschi, secretario de la región de Liguría (donde se encuentra Génova) de la Faisa.
Otros problemas
"No existe una regulación en la empresa sobre la objeción de conciencia.
Por su parte, los sindicatos mayoritarios Ugl y Cgil no han apoyado al sindicato de los conductores. "Hay problemas concretos de trabajo y en el mundo de los que ocuparse", ha dicho Guido Fassio de la Filt Cgil, mientras Serafino Carloni, de Ugl, ha señalado que "la publicidad trae dinero a la empresa y de ello se beneficiará también el personal".
El presidente de Amt, Bruno Sessarego, ha asegurado que "no existe una regulación en la empresa sobre la objeción de conciencia. Podríamos formularla (…) esperaremos a que la concesionaria de la publicidad vea los bocetos de la campaña el próximo lunes y serán ellos, en base al código de autodisciplina publicitaria, los que digan si es aceptable".
El autobús ateo ha provocado además duros ataques del centro derecha italiano y perplejidad en el mundo católico, según el diario La Repubblica.