O todos pueden distribuir su literatura religiosa y antireligiosa en las escuelas o nadie lo hace. Eso es lo justo.
Un juez federal ha permitido a la organización atea Freedom From Religion Foundation (FFRF) repartir literatura atea en escuelas públicas de la ciudad de Orlando, Florida. La decisión llegó después de una queja de FFRF tras la distribución de 1700 biblias por parte de un ministro protestante en las escuelas.
La distribución de biblias ocurrió el año pasado el “Día de la Libertad Religiosa”. FFRF pidió permiso de distribuir textos críticos con la religión. Según los informes, la Junta Escolar del Condado de Orange permitió que la FFRF distribuyera varios libros y folletos, incluyendo un folleto titulado: “¿Qué hay de malo en Los Diez Mandamientos?” y otro: “¿Qué es un ateo?” Sin embargo, la junta prohibió a FFRF que le diera a los estudiantes otras publicaciones, porque , según ellos, presentaban contenidos “perjudiciales” e inadecuados.
Por esta razón la FFRF demandó al consejo escolar por no permitir la distribución de los materiales. Dentro de los libros considerados "perjudiciales e inadecuados" están: "Jesús está muerto" de Robert M. Price, "Carta a una nación cristiana" de Sam Harris y "Por qué no soy musulmán" de Ibn Warraq. Finalmente, el consejo escolar permitió a la FFRF distribuir los textos inicialmente prohibidos. Luego, a principios de julio de 2014, un juez de distrito aprobó la distribución de literatura atea dentro de las escuelas públicas.
El abogado del grupo cristiano no estuvo de acuerdo con la decisión judicial. Mathew Staver señaló que "Ellos [los ateos] realmente no quieren distribuir literatura, que quieren denigrar a la fe de otra persona". Cabe señalar que los cristianos distribuyeron sus biblias en el marco de la libertad religiosa, pero olvidan que la libertad religiosa y de conciencia también incluye la libertad de abandonar un credo o incluso, la libertad de no tener religión.
“Los ateos también pueden distribuir los libros que critican la religión”, afirmó Andrew Seidel de FFRF, señalando que los grupos religiosos pueden distribuir su literatura libremente.
Los activistas ateos FFRF manifestaron que trabajarán por hacer más pedagogía del ateísmo. “Tenemos la intención de dar a conocer mucho más la literatura para educar a los estudiantes sobre el ateísmo y la importancia de mantener la religión fuera de las escuelas públicas”, dijo David Williamson, miembro de FFRF. “Estamos incluso diseñando nuevos materiales específicamente para los estudiantes y familias del Condado de Orange”.
Los ministerios religiosos mientras tanto se encuentran horrorizados. El portal Noticia Cristiana comentó: "Los materiales atacan repetidamente creencias y doctrinas cristianas, incluyendo la vida de Jesucristo. "¿En general, Jesús dijo algo que valía la pena?”, alega el folleto “¿Por qué Jesús?” de FFRF. "Él no introdujo nada nuevo a la ética (excepto el infierno)”, señala el folleto. Del mismo modo, el folleto “Querido Creyente” ataca el mensaje y el contenido de la Biblia en un tono degradante."
El caso de los libros de FFRF es un ejemplo de que es posible pedir en el marco de la libertad ideológica el presentar literatura crítica a la religión.
El caso canadiense
En el 2013 Rene Chouinard, un activista ateo en Canadá pidió permiso de distribuir un libro ateo titulado "Solo Pretendo: Un libro de Libre Pensamiento que compara a Dios con Santa Claus”. Chouinard hizo esta petición tras notar que el grupo Gedeones Internacional, ha estado repartiendo copias gratuitas de la Biblia a los estudiantes en las escuelas públicas canadienses desde 1936. La respuesta que obtuvo Choinard fue negativa. El activista ateo se puso muy desilusionado. SU propia hija había recibido un Nuevo Testamento de parte de Gedeones en su escuela, pero no se le permitía presentar un libro con una opinión diferente. Por eso Choinard acució a la justicia y demandó al distrito escolar de Niagara.
En la segunda semana de agosto de 2013 el Juez David Wright del Tribunal de Derechos Humanos de Ontario, falló a favor del ateo. Las 28 páginas de veredicto también condenan las políticas de literatura religiosa de la junta escolar catalogándola de “discriminación”.
“Permitir que sólo los Gedeones, un grupo cristiano, distribuya literatura religiosa en las escuelas de la Junta… discrimina a los solicitantes”, afirma la decisión, porque no “se les permitió a otros representantes de un credo -incluyendo ateos- distribuir textos religiosos a los estudiantes en las escuelas”.
El tribunal de última instancia decidió que los Gedeones, no pueden repartir Biblias hasta que la junta escolar revise sus políticas para facilitar la distribución de materiales ateos.
O todos pueden distribuir su literatura religiosa y antireligiosa en las escuelas o nadie lo hace. Eso es lo justo.
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