El presidente Óscar Arias reiteró ayer su apoyo a la posibilidad de eliminar la confesionalidad católica del Estado costarricense y corregir así el “error” de los autores de la Constitución Política de 1949, incluido el de su abuelo, Juan Rafael Arias.
“Nosotros nos quedamos atrás. Se equivocaron (los constituyentes) y vale la pena enmendar el error. Debemos ser también un país con un Estado laico. Y ya. Punto. Ya no quiero hablar más del tema”, manifestó Arias, quien admitió que es inconveniente mezclar este tema con la cercanía de la campaña electoral.
Arias recalcó antes que el Vaticano “está a favor de los Estados laicos”. “No sé por qué tanto brinco si el suelo está parejo”.
Arias dio sus últimas palabras sobre el tema un día después de que los candidatos a diputado de su partido, Liberación Nacional, prometieron archivar el expediente legislativo que pretende quitar de la Constitución Política la referencia a un Estado con religión oficial.
El obispo de Cartago, Francisco Ulloa, había pedido a los feligreses no votar por candidatos que apoyaran esa reforma legal.
‘Laico en la práctica’. El arzobispo de San José, Hugo Barrantes, no dejó pasar ayer la oportunidad de presionar por dejar el artículo 75 de la Constitución como lo fijaron en 1949. “El olvido de Dios no garantiza la supervivencia de un Estado de Derecho. (…) La historia nos enseña que cuando se niega a Dios, el caos está servido”.
Después, ante una consulta de La Nación , restó valor a la discusión, pues “en la práctica, Costa Rica es un Estado laico”. Dijo que la referencia en la Constitución es solo un reconocimiento al aporte del catolicismo en el país.
Se le preguntó si ha tenido comunicación con el Vaticano sobre el plan de reforma constitucional aquí. “Cada Iglesia resuelve sus problemas. Esto es muy tico; no se puede resolver con criterios europeos”, contestó.
