Si no fuera por su condición de musulmán, Mohamed Patel quizá hubiera renunciado a su barba con tal de conseguir su sueño, pero sus creencias religiosas están por encima de todo y su debut como boxeador se ha visto frustrado. El reglamento de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur no permite la barba.
“Un púgil debe estar completamente afeitado antes del peso: barba y bigote no están permitidos”, le informaron que reza el reglamento de la AIBA, la Asociación Internacional de Boxeo Amateur. El boxeador ha pedido explicaciones a los organizadores. “La barba puede esconder cortes y heridas peligrosas”, le contestaron.
De todas maneras, la comunidad islámica de Bolton considera que se trata de “una discriminación de carácter religioso” e intenta cambiar las reglas.
OTROS CASOS
El caso Patel no es nuevo. En 1998 los boxeadores afganos fueron excluídos de un torneo en Karachi por llevar barba, dado que los integristas islámicos prohíben afeitarse a sus atletas. Curiosamente, el régimen talibán, cruel en algunos aspectos, tiene prohibido el boxeo porque los golpes en la cara “van contra la condición humana”.
Hace cinco años Danny Williams, un boxeador británico y musulmán que puede presumir de haber tumbado y ganado por KO al mismísimo Mike Tyson (en julio de 2004), también tuvo este tipo de problemas cuando iba a enfrentarse por el título mundial al ucraniano Vitali Klitschko. Finalmente el combate se llevó a cabo, pero Williams no pudo pasar del octavo asalto.
Cabe mencionar que el reglamento de la Federación Española de Boxeo, de hecho, dice al respecto: “El boxeador debe estar afeitado, la barba está prohibida. Un bigote delgado puede permitirse, pero no debe rebasar la longitud del labio superior”.