El obispo Felipe Arizmendi reconoce que los «escándalos» provocados por algunos religiosos alejan a los fieles. Chiapas, el estado menos católico del país
La Iglesia católica de México teme que el censo general de población que se realizará en el país este año arroje una mayor pérdida de fieles católicos, tal como ha ocurrido en los dos últimos registros de población, el de 1990 y el de 2000, aunque también mantiene la expectativa de que la caída no sea tan drástica.
De acuerdo con el obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Ezquivel, los excesos de algunos sacerdotes han propiciado que en las últimas tres décadas, un buen número de fieles hayan migrado a otras congregaciones cristianas o bien se hayan declarado ateos.
“Es cierto que los escándalos clericales y antitestimonios de pastores evangélicos, que también se dan, alejan a muchas personas de nuestras iglesias y de Jesucristo; con todo, es la vida inmoral y antievangélica de muchos creyentes la que más afecta al país”, señaló el prelado.
Admitió que los estados del sureste del país son los que registran una mayor reducción de creyentes católicos en beneficio de las iglesias cristiana y evangélica, aunque añadió que en Chiapas donde los católicos son apenas 64% de la población, la tendencia se está frenando.
“A pesar de ser nuestro estado (Chiapas) el menos católico, se ha frenado la deserción. De 1970 a 1980, dejó el catolicismo 14.3% de la población; de 1980 a 1990, el 9.3%; de 1990 al 2000, sólo el 3.44%”, detalló el mitrado.
En una carta pastoral, Arizmendi Ezquivel expuso que los estados más católicos son los del bajío y centro del país como Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y Michoacán, en donde más del 95% de la población se confiesa católica.
Entretanto, los estados del sureste como Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Chiapas cuentan con el más bajo porcentaje de católicos, con menos del 75% de la población en general.
