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Marruecos expulsa a un misionero evangélico por predicar el Evangelio a musulmanes

Un misionero de fe evangélica ha sido expulsado de Marruecos, acusado de proselitismo. El hombre fue detenido en medio de una reunión secreta a la que asistían una decena de marroquíes. La ley marroquí permite la libertad de culto, pero a la vez prohíbe cualquier tipo de predicación de otra fe que no sea la musulmana. Hace unos meses, cinco mujeres evangélicas fueron expulsadas del país por el mismo motivo.

El misionero, de nacionalidad estadounidense, ha sido expulsado este pasado viernes por las autoridades marroquíes. Afortunadamente, no fue encarcelado tras su detención el pasado jueves en la provincia de Al Hauz, cerca de Marrakech. No se han revelado ni su identidad ni la comunidad cristiana a la que pertenece.

El Ministerio de interior marroquí informó de que lo detuvieron cuando celebraba una reunión ´secreta´ con la intención de propagar la fe evangélica entre un grupo de 14 personas, compuesto sobre todo de mujeres y niños.

Para Interior, ese encuentro tenía como objetivo «quebrantar la fe de los musulmanes y atentar contra los valores religiosos del reino», y para apoyar sus afirmaciones aseguran que se incautaron de material que lo demuestra, como folletos o vídeos.

«El Islam es la religión del Estado, que garantiza a todos el libre ejercicio de los cultos», reza el artículo 6 de la Constitución alauí. Sin embargo, la predicación a marroquíes se considera ilegal y cualquier acción encaminada a alejar a un musulmán de su religión puede ser condenada de tres a seis meses de cárcel, según el artículo 220 del Código Penal.

CRISTIANOS EN SECRETO
«El año pasado le tocó a cuatro evangélicas españolas y una alemana que fueron detenidas en Casablanca», cuenta Youssef (nombre ficticio). Youssef vive en Mohammedia, una ciudad a pocos kilómetros de la capital económica del país, y desde hace años abraza en secreto la fe católica junto con su mujer y sus dos hijos.

La Convención de los Derechos Humanos «habla de la libertad de conciencia y de culto, pero para nuestro Estado todos los ciudadanos marroquíes somos musulmanes», se queja. Dice que en Marruecos son más de 2.000 conversos. «Puede que seamos muchos más; hay muchos que no llegan a hacerlo público nunca por miedo».

Según Youssef, «hay casas iglesia clandestinas en casi todas las ciudades de Marruecos». Cuenta que en Casablanca hay siete. «Nos escondemos como lo hacían los cristianos del primer siglo, con los romanos». Explica que incluso organizan seminarios para los solteros porque «es muy difícil para marroquíes cristianos encontrar mujer en Marruecos; la gente tiene pánico a desvelar su identidad religiosa, aquí hay mucha presión; incluso hacemos el Ramadán en público para que no sospechen de nosotros».

Su primer contacto con la fe cristiana, relata, fue a través de la radio e Internet, «con estos canales se cristianizan muchos marroquíes; incluso nuestros pastores se forman a través de la red». Según Youssef, «las autoridades sólo actúan contra los conversos si hablamos negativamente del Islam o pueden demostrar que hemos recibido dinero o alguna contraprestación por convertirnos». El verdadero problema, desvela, «son los islamistas». Ahora están pensando en traducir la Biblia en dialectos amazigh «para poder llevar la palabra de Jesús también a la población bereber».

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