Surrealismo legislativo: el senador del PRD Pablo Gómez Álvarez presentó una iniciativa de reformas al artículo 130 de la Constitución, para reivindicar un reclamo histórico de la Iglesia católica: que se reconozca su derecho a una mayor influencia en la vida política del país.
El artículo 130 se mantuvo intacto desde 1917 hasta 1992, cuando el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, impulsó una reforma en materia religiosa, a la que se opuso, con toda energía, el PRD.
Casi 18 años después, es este partido el que promueve una nueva reforma que, de aprobarse, daría a los ministros de culto una mayor capacidad para influir en las decisiones de tipo político.
El senador Pablo Gómez propone derogar el apartado “E” del artículo 130 de la Constitución, que entre otras cosas prohíbe a los ministros de culto asociarse con fines políticos, realizar proselitismo a favor o en contra de candidato o asociación política alguna, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, agraviar de los símbolos patrios y formar agrupaciones políticas con títulos que aludan a alguna confesión religiosa.
De aprobarse la propuesta del ex líder estudiantil del 68, los jerarcas católicos y los sacerdotes harían libremente proselitismo a favor de los candidatos a cargos de elección popular del PAN.
Los fieles del culto conocido como Testigos de Jehová podrían libremente oponerse a respetar y venerar a la bandera nacional en las escuelas y podría haber un Partido Católico, un Partido Protestante, o un Partido de la Luz del Mundo.
Cuando Pablo Gómez presentó la iniciativa, el pasado jueves, recibió el aplauso de los senadores del PAN, muchos de los cuales solicitaron en plena sesión adherirse a la propuesta.
Se entiende esta actitud. El PRD retomó una de las banderas históricas del sector más conservador del panismo y lo hizo en plena batalla confesional del PAN y del gobierno federal en contra del las reformas que permiten las bodas gay.
La iniciativa fue presentada exactamente el mismo día en que el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes, se reunió con el coordinador de la bancada perredista y presidente del Senado, Carlos Navarrete Ruiz, para hablar del concepto de Estado laico.
Fue presentada además en momentos en que el PRD requiere de enviar buenas señales al PAN, para que se fortalezcan las alianzas inconfesables que ambos partidos construyen en varios estados.
¿Por qué ese repentino interés del PRD de ganar las simpatías de la Iglesia católica?
Por la imperiosa necesidad de votos, la misma que llevó en el 2005 a Andrés Manuel López Obrador a frenar la Ley de Sociedades de Convivencia cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Pablo Gómez dice en la exposición de motivos de la iniciativa que con eliminar el apartado “E” del artículo 130 de la Constitución no se vulnera al Estado laico.
Olvida que los partidos políticos y las campañas electorales tienen por objeto el acceso al poder.
Y si se permite a los ministros de culto influir de manera directa en los mecanismos de acceso a los poderes del Estado, entonces sí se vulnera el principio de laicidad y la separación entre el Estado y las iglesias.
Por fortuna, esa propuesta de reforma que tanto celebró el PAN rebotará en la bancada del PRI, de cuyas filas en la Cámara de Diputados salió la iniciativa para establecer en el artículo 140 de la Constitución el carácter laico de la república.