La Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) denunció que sus ministros y adeptos son amenazados y extorsionados por presuntos miembros del crimen organizado, e incluso al menos cincuenta han sido asesinados en los últimos tres años.
El presidente de la Confraternice, Arturo Farela Gutiérrez, llamó a los miembros del crimen organizado a convertirse al Evangelio, pues 'Dios quiere perdonar todos sus pecados y bendecirlos'.
Informó que pastores de su congregación, principalmente en estados como Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Morelos, Guerrero y Michoacán son extorsionados por supuestas bandas delictivas que llaman por teléfono y 'cobran derecho de piso'.
En Ciudad Juárez, por ejemplo, en abril pasado, el hijo del pastor Eduardo García, dirigente de la iglesia evangélica Centro Cristiano de Fe, fue asesinado por negarse a pagar una cuota a presuntos delincuentes, resaltó.
'Fijan una cuota mensual por los ingresos que mediante ofrendas o diezmos reciben las iglesias cristianas evangélicas; dependiendo del número de sillas para los adeptos es lo que cobran; si no lanzan la amenaza, pero piden casi 10 mil pesos mensuales', señaló.
Apuntó que las amenazas no han quedado ahí, pues pastores evangélicos han sido asesinados en centros de rehabilitación a su cargo, sobre todo en Ciudad Juárez, donde miembros del crimen organizado han sido perfectamente identificados por las autoridades.
Farela Gutiérrez abundó que los maleantes han masacrado a gente que intenta rehabilitarse y a miembros de sus comunidades que dan platicas en esos lugares.
El líder religioso, quien informó que su iglesia cuenta con 80 mil templos en todo el territorio nacional, sostuvo que además de las amenazas vía telefónica 'han ido a los santuarios a intimidar'.
Incluso ante el aumento de amenazas de presuntos miembros del crimen organizado 'en algunas zonas del país se presenta un éxodo, ya que algunos ministros han tenido que cambiar de estado, y en ocasiones la persona que se queda al frente ha sido asesinada', sostuvo.
Abundó que la situación es grave, pero su organización, que agrupa a 40 mil 510 ministros registrados, se ha abstenido de presentar las denuncias ante las autoridades por temor a represalias 'y en algunos casos por el grado de complicidad'.