El próximo domingo, 22 de junio, los católicos y católicas celebran el ‘Corpus Christi’, “la fiesta de la revelación y el dogma de fe para las personas que profesan las creencias católicas”. Otro año más , el Alcalde de Zaragoza Juan Alberto Belloch nos deslumbra con sus excéntricas invitaciones a los concejales de la Corporación Municipal de Zaragoza para acudir de manera institucional a esta festividad.
Desde la asociación MHUEL explican que “no nos cansaremos nunca de recordar al Sr. Belloch, que la vigente constitución española en su artículo 16. 3 declara que: Ninguna confesión religiosa, tendrá carácter estatal. No nos oponemos a que de manera privada los concejales y el propio alcalde, acudan a dicha festividad si así lo desean, pero sí insistimos que en calidad de cargos públicos en representación de la pluralidad de la ciudadanía de Zaragoza, no deben asistir a este tipo de actos rompiendo la neutralidad del principio de aconfesionalidad del estado y sus instituciones”.
En MHUEL dicen estar “curados de espanto, y no nos asombran mucho las invitaciones del Alcalde para estos menesteres. Hemos visto invitaciones a cenas de Gala con acompañante en la casa consistorial para agasajar a un miembro del estado Vaticano. Luctuosas y fúnebres invitaciones para el Viernes Santo exigiendo a los concejales vestimenta de etiqueta a juego con guantes negros, incumplida por un concejal del Partido Popular que nos dedicó una ‘peineta’ a mano descubierta sin ningún pudor ni rubor”.
En esta nueva entrega coleccionable de invitaciones del Alcalde Belloch, nos encontramos amén de la consabida banda e insignia de concejal, con el estímulo pecuniario para que los concejales lleven un euro y lo entreguen en el ofertorio de la misa pontifical. Sin duda el óbolo para el amo o el diezmo de la sumisión del poder civil al poder divino. Respeto en lo privado, inconcebible en lo público”, explican desde Mhuel.
Por todo ello, desde Mhuel anuncian que el día 22 de junio estarán nuevamente en la calle para “recordarle al Alcalde y a la Corporación Municipal de Zaragoza asistente, que se cumpla y se haga cumplir el principio de aconfesionalidad del estado, en silencio y con respeto pero con mucha firmeza”.
“Nos consta que a miembros de la actual corporación les emociona y les encanta entrar a la Basílica de Pilar como comitiva municipal el día del Corpus para situarse en el altar mayor mientras suena el himno español desde el órgano con todo su esplendor. A nosotros y nosotras no”, concluyen.
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