En el palco, el presidente de las Cortes valencianas, Juan Cotino, del PP. Argüello asegura que el Papa confía en ellos para que Europa «no pierda las raíces cristianas»
Entró en el estadio del Mestalla provocando una reacción similar a las estrellas del pop. Kiko Argüello arrancó aplausos y vítores del público mientras accedía a la tribuna, ubicada en mitad del campo. Era su gente, los popularmente llamados kikos. No en vano, él fue su fundador y sigue siendo el guía, como se demostró este domingo en Valencia en el encuentro vocacional del Camino Neocatecumenal. La entrada posterior del vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, acompañado de otros obispos, apenas levantó un murmullo de bienvenida. En el palco, el presidente de las Cortes valencianas, Juan Cotino, del PP. Había unas 20.000 personas, sobre todo jóvenes venidos de España, Francia, Italia o Bélgica, que no llegaban a cubrir la mitad del Mestalla.
Francisco José Gómez, Kiko, Argüello cantó y habló. Cogió el micro y contó un "anécdota" sobre el papa Francisco, que se había reunido "con 40.000 personas" en un estadio en Roma -"por 30.000 o 35.000 que dicen que hay aquí", apostilló-. Según contó Argüello, en un encuentro con la Conferencia Episcopal Italiana, el papa Francisco afirmó: "Europa ha renegado de sus raíces cristianas y será invadida por los bárbaros, sobre todo porque faltan niños, hijos, por la desnatalidad. Es tremendo. Pero gracias a Dios tenemos a los kikos". "No sé si entendieron algo los obispos italianos, porque allí nos conocen como los neocatecumenales, pero lo dijo así", prosiguió el fundador de esta conservadora institución católica. Luego explicó que los kikos siguen las enseñanzas de Pablo VI, relativas a que "todo acto conyugal tiene que estar abierto a la vida", lo que explica el gran número de hijos de estas familias. Y entonces aseveró Argüello: "Tenemos más hijos que los musulmanes. Es maravilloso". –
Además, se celebró una procesión con la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, portada a hombros por seminaristas de la diócesis por el interior del estadio, tras lo cual tuvo lugar, "una celebración de la palabra y la proclamación del evangelio".
El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, y Kiko Argüello. / MÒNICA TORRES
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