El regreso de los combatientes a Europa supone una amenaza En Siria luchan 2.000 extremistas que proceden de países europeos
Siete países de la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Turquía, Marruecos, Túnez y Jordania establecieron ayer en Bruselas un plan de acción para intentar frenar la partida de jóvenes residentes en Europa hacia Siria para combatir al lado de los yihadistas. Unas 2.000 personas procedentes de distintos países europeos se encuentran actualmente combatiendo en Siria, según los datos de la Organización de Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE).
Esto se está convirtiendo en un grave peligro terrorista potencial y una amenaza para la seguridad europea, ya que estos jóvenes regresan después radicalizados a sus antiguos países de residencia con un entrenamiento especial militar y amplios conocimientos sobre el uso de explosivos. En la reunión ministerial de seguridad de los 12 países participó también el coordinador antiterrorista de la UE, Gilles De Kerchove.
El plan de acción incluye el intercambio de información de inteligencia, el control cruzado de los datos de pasajeros aéreos sensibles entre diferentes países y aeropuertos y un reforzamiento de las medidas de vigilancia dentro de los países europeos para descubrir y desmantelar las redes de captación y radicalización de jóvenes, según indicaron fuentes diplomáticas.
COOPERACIÓN MEDITERRÁNEA / Los países europeos y EEUU pidieron la cooperación activa de Turquía, Marruecos, Túnez y Jordania, que constituyen las plataformas territoriales de utilizan esos jóvenes para viajar desde Europa hacia Siria. La cooperación de Turquía, con su larga frontera común con Siria, es esencial. Estos países mediterráneos podrían colaborar con una mayor vigilancia y control sobre este tipo de viajeros, así como los vuelos potencialmente sensibles, según las citadas fuentes.
«No se trata de un problema meramente nacional, sino que es una cuestión internacional que afecta a numerosos países», señaló la ministra belga de Interior y anfitriona de la reunión, Joëlle Milquet. España, Alemania, Francia, Holanda, Gran Bretaña y Suecia fueron los otros países europeos participantes.
El número de combatientes yihadistas que ha partido de España para luchar en Siria asciende ya a varias decenas, según indicó el secretario de Estado de Seguridad español, Francisco Martínez. España también había detectado anteriormente la captación de combatientes para Bosnia, Afganistán, Chechenia y Malí, precisó Martínez.
El secretario de Estado español insistió ante los demás responsables de seguridad en la importancia de prestar especial atención a la población más vulnerable a los procesos de radicalización y reclutamiento y de establecer una vigilancia eficaz a los combatientes que regresan.
En España, detalló, se han realizado desde el 2001 un total de 18 operaciones contra el terrorismo yihadista, con 92 detenidos, algunos de los cuales relacionados con Siria. Martínez indicó que había expuesto como ejemplo durante la reunión una reciente operación realizada conjuntamente con Marruecos el pasado mes de marzo que permitió detenciones a ambos lados de la frontera.
FRANCIA PIDE MÁXIMA DUREZA / El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, abogó por «la máxima firmeza con aquellos que dentro del territorio de los países europeos se dedican a operaciones yihadistas, al reclutamiento de jóvenes y a la organización de la violencia». Cazeneuve defendió expulsar de los países europeos a todos los residentes extranjeros que de alguna manera hayan colaborado al reclutamiento de yihadistas o a la organización de operaciones terroristas.
Francia estima en varios centenares los residentes franceses combatiendo en Siria al lado de los islamistas, muchos de ellos con menos de 25 años, y las autoridades tienen contabilizados ya al menos 21 muertos franceses en territorio sirio. Musulmanes convencidos o recién convertidos, estos combatientes de origen francés proceden de diferentes regiones del país, principalmente de las grandes zonas urbanas, según las autoridades francesas.
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