¿Se están convirtiendo las concentraciones católicas en un negocio?
Por la noble causa de recabar dinero para financiar la Jornada de la Familia Cristiana, que organiza hoy la jerarquía eclesiástica, el Arzobispado de Madrid ha aceptado dar un salto del hábito al carro de las nuevas tecnologías para que los católicos contribuyan a financiar los gastos de la concentración que se celebra este domingo, mediante el envío de SMS.Por tercer año consecutivo, el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, celebra hoy la Jornada de la Familia Cristiana, en el que sus organizadores esperan que participen miles de personas.
Tras el éxito económico de octubre
El Arzobispado de Madrid se apunta a las nuevas tecnologías y por primera vez pide a los católicos que contribuyan a financiar los gastos de la jornada de la familia mediante el envío de SMS con la abreviatura 'FAMI'. Este novedoso sistema, para la Iglesia, ya se ensayó durante la manifestación contra la reforma de la ley del aborto, del pasado 17 de octubre, cuando se pidió por megafonía que se hicieran donativos de un euro mandando un mensaje de móvil con la palabra ''VIDA'', y que permitió recaudar casi 40.000 euros, según la Ser. Aunque, el éxito económico de la iniciativa provocó disputas entre los organizadores, que literalmente terminaron peléandose por el dinero.
La amenaza del aborto y la homosexualidad
Cuarenta obispos españoles y una quincena de cardenales y prelados europeos han confirmado su asistencia a esta convocatoria, que se plantea como objetivo "defender la familia, amenazada por el aborto, el divorcio y el matrimonio homosexual", según señalan sus organizadores, que han querido apuntar que, contrario a lo que lógicamente pudiéramos pensar, no pretenden ser un pulso al Gobierno ni un acto político.
En la Plaza de Lima
Este año la cita cambia de emplazamiento debido a las obras que se están ejecutando en la calle Serrano y obligan a sustituir la plaza de Colón por la de Lima. Está previsto que el Papa dirija unas palabras a los asistentes mediante una videoconferencia desde Roma.