Un vecino de Comares, una localidad malagueña, ha presentado una queja en el Obispado contra su párroco. El demandante señala que el sacerdote se negó a darle la comunión alegando que no iba a misa los domingos y que no se había confesado
Miguel García, vecino afectado, ha explicado que durante la celebración de una misa de difuntos se acercó para comulgar. Al llegar al párroco, “el cura me dijo en voz baja que me pasara por la sacristía al acabar la misa y que yo no iba a la iglesia los domingos”.
Delante de todos
El párroco, Francisco Sánchez, señala el vecino, le retiró la sagrada forma ante una gran multitud, "ya que se encontraban allí todos los vecinos del pueblo e incluso de otras localidades cercanas". Cuando tras la misa fue a sacristía para hablar con el sacerdote, el cura le dijo que no le daba la comunión porque en los cinco años que llebaba en la iglesia no se había confesado nunca.
Discriminado
"¿Cómo sabe si me he confesado o no con la cantidad de iglesias que hay?", se ha preguntado García. En el escrito remitido al Obispado, el vecino señala que el sacerdote no ofrece confesiones en Comares al vivir en otro domicilio.
Atropello de la Iglesia
El vecino asegura que no tiene mala relación con el cura y que siempre ha colaborado en la iglesia en lo que ha hecho falta. "Me he criado en el seno de una familia cristiana y creyente y yo también lo soy, pero me sentí atropellado y muy mal por lo que pasó delante de todo el pueblo, puesto que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones", ha añadido.
Párroco intransigente
En el escrito, Miguel García ha pedido al obispo de Málaga, Jesús Catalá, "contundencia" con este párroco. Según señala el demandante, el sacerdote "últimamente está teniendo muchos problemas en distintas parroquias por su actitud intransigente". Además, pide una rectificación pública del cura en una misa y que lo trasladen, ya que el demandante no cree "que una persona que me ha hecho eso sea digno de estar en la iglesia en la que yo he sido bautizado".