Cuarenta personalidades firman un manifiesto de bienvenida a Su Santidad, mientras el Gobierno tripartito afronta dividido el evento
Sectores nacionalistas pretenden utilizar la visita de Su Santidad el Papa a Barcelona para resucitar una antigua aspiración catalana, la de una Iglesia segregada del resto de España, mientras el Gobierno tripartito afronta el evento fuertemente dividido, en este caso debido al laicismo dogmático de uno de sus socios, Iniciativa per Catalunya, y las ofensas de ERC. El presidente catalán José Montilla, por su parte, sólo se ha comprometido a asumir un papel puramente institucional que roza la frialdad, sobre todo si se tienen en cuenta las reflexiones del ex ministro de Trabajo y número 3 de la lista del PSC, Celestino Corbacho, quien ha arremetido contra las injerencias de la jerarquía eclesiástica en la política, en alusión a la ley del aborto y los matrimonios homosexuales.
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