Por primera vez, el Ministerio de Defensa autoriza llevar barba, turbante y tatuajes, «siempre que no afecte a la unidad del equipo»
A pesar de que el Pentágono siempre ha contado con regulaciones que fomentaban la uniformidad en la vestimenta de sus miembros, ayer miércoles decidió, por primera en su historia, cambiar de parecer. Ahora, el Departamento de Defensa de Estados Unidos permitirá a sus empleados que se vistan o se arreglen según sus creencias religiosas, "siempre y cuando no afecte a la unidad de su equipo, a la seguridad, y que además les permita llevar la ropa de protección en combate", según informó REUTERS.
La nueva regulación no sólo favorece a los creyentes, sino también a los no creyentes. "El Pentágono da mucha importancia a la protección de los derechos de sus miembros que están comprometidos con su fe y a que los soldados respeten las religiones de los demás, incluso, a aquellos que no tienen creencia ninguna", dijo el comandante Nate Christensen, portavoz del Departamento de Defensa, en un comunicado.
Cada caso será tratado de forma individual y el soldado necesitará una aprobación de la vestimenta que vaya a llevar en cada tarea que realice dentro del Pentágono. Por ejemplo, podrá llevar turbante cuando oficie una visita al Ministerio de Defensa, pero no se le permitirá utilizarlo cuando participe en combate -en estas ocasiones, se puede requerir el uso de una máscara protectora contra gases-. También se intentará alojar juntos a los miembros de estas religiones.
Algunos grupos, como los pertenecientes al Sijismo -religión india y la novena más importante del mundo por número de creyentes- ya habían conseguido poder ir con barba y turbante. Las autoridades militares ya habían autorizado a tres soldados sijs (sikhs en inglés) a llevar el pelo largo, la barba y el turbante.
Pero la nueva medida es para todas las creencias y se hace extensible a los miembros de religiones como la ortodoxa judía, a los que se les permitirá llevar la kipá -gorra ritual usada para cubrir parcialmente la cabeza-; a los de la musulmana, a quienes se les autoriza a llevar barba y llevar las cuentas de oración, también usadas en otras religiones como el hinduismo, el cristianismo o budismo, entre otros, o los miembros de la fe Wicca, religión neopagana procedente de Inglaterra y que en los noventa fue descrita como secta y como un "movimiento luciferino", que llevaban tatuajes y piercings, entre otras creencias.
Tras la noticia, la coalición sij de EE UU afirmó estar "profundamente agradecida" con la nueva regulación, ya que por primera vez el Pentágono acoge una ley similar. "La medida es satisfactoria porque no tendremos que elegir entre nuestra religión y servir a EE UU", añadió en el texto. "Aunque es cierto que todavía nuestros miembros tendrán que pasar por un largo proceso administrativo y de incertidumbre antes de ser aceptados para servir a su país con su barba por mandato religioso", concluyó.
Algunos otros grupos señalan que esperan que "la nueva regulación no esté sujeta al capricho de los oficiales, ya que podría llevar a situaciones de conflicto como las que han ocurrido en el pasado", informa la misma agencia.
El Ministerio de Defensa de EE UU permite que sus soldaos vistan acorde con sus creencias. / Brett Flashnick / AP
Archivos de imagen relacionados