Europa Laica ha fijado el 9 de diciembre como el "Día Internacional del laicismo y la libertad de conciencia" para, entre otras cosas, denunciar la "vulneración" que en todo el mundo se hace del derecho a la libertad de conciencia y de la "enorme influencia" que las religiones mantienen en los gobiernos.
En una nota de prensa, Europa Laica, considera que sus reivindicaciones deben tener reflejo "no sólo simbólico" y por ello han establecido el citado día con el fin de que se celebre, anualmente, "en entornos mundiales cada vez más amplios y reconocidos".
Ha recordado que fijar una fecha de conmemoración ha sido debatido durante muchos años por diversas organizaciones nacionales e internacionales, intelectuales e historiadores.
La Junta Directiva de Europa Laica ha decidido tomar la iniciativa y fijar el 9 de diciembre como la fecha de conmemoración del laicismo y la libertad de conciencia e iniciar en 2013 su celebración.
Europa Laica ha elegido al citada fecha porque fue un 9 de diciembre de 1905 cuando se proclamó la ley francesa de "Separación del Estado de las religiones" y la misma fecha de 1931, cuando se proclamó la Constitución de la II República española, "que supuso una ley de leyes de neto carácter laicista".
Para conmemorar el citado día, Europa Laica ha elaborado un Manifiesto en el que denuncia que la influencia religiosa "marque las políticas económicas, educativas o jurídicas.
Además, pide un proyecto político y jurídico, en donde la laicidad de las instituciones y la libertad de conciencia formen parte de los principios democráticos, de justicia, de igualdad y de no discriminación, que proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Añade que el laicismo es sinónimo de democracia y supone una apuesta por lo público que define como el "marco común de derechos y deberes ciudadanos, donde se dote de forma universal y sin exclusiones, de los servicios necesarios para una vida digna para todas las personas" entre los que cita al educación, la sanidad, la asistencia social, la vivienda o la justicia.
Defiende, además, un modelo de Escuela y Universidad Públicas y Laicas, donde el conocimiento se construya desde la racionalidad, desde los métodos científicos y la filosofía humanista, "no desde las creencias, que ya cuentan con sus propios espacios en las iglesias, templos, mezquitas, sinagogas", recuerda.
Para ello, apuesta por la neutralidad de los Estados en materia de convicciones y pide que se elimine todo tipo de identificación, real o aparente, de éstos, con cualquier convicción particular y se suprima cualquier privilegio económico, tributario, jurídico o simbólico de las confesiones religiosas.
Su desafío, concluye, consiste en "extender el compromiso con el laicismo o lo que es lo mismo con la democracia participativa a personas, instituciones y organizaciones".
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Francisco Delgado Presidente Europa Laica
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