Convocado un acto ante la Catedral a través de las redes sociales
Gais, lesbianas y simpatizantes de la lucha por los derechos homosexuales están convocando mediante la red social Facebook, blogs y otras vías un acto masivo de besos de carácter popular durante la visita del papa Benedicto XVI a Barcelona, el 7 de noviembre. Tal como anuncia en internet el colectivo Queer Kissing Flashmob, la acción, que tendrá lugar a las nueve de la mañana en la plaza de la Catedral, cuando el Pontífice inicie el recorrido hacia la Sagrada Família, se ha planteado como «una lucha por los derechos sexuales y afectivos, no desde la violencia, sino desde la pasión».
«Cuando Benedicto XVI pase por delante de nosotros, nos besaremos, hombre con hombre o mujer con mujer. Es curioso notar como un acto tan noble como un beso pueda ser considerado revolucionario aún hoy, en el siglo XXI», explicó a Efe una de las organizadoras del acto, Marylène Carole.
La preparación de esta acción no se ha visto exenta de controversia, porque el grupo Queer Kissing Flashmob, así como su perfil, fueron eliminados por Facebook cuando ya llevaban convocadas más de 1.500 personas y 12.000 habían sido invitadas al beso popular. Actualmente, y tras la creación de otro grupo que todavía no ha sido censurado, unas 110 personas (y más de 800 pendientes de confirmar) asistirán al acto.
«Accionaremos una señal sonora que indicará el comienzo del morreo y habrá otra señal cuando hayan pasado los dos minutos. Una vez finalizado el beso, nos iremos retirando como si nada hubiera pasado», explica Carole. El acto pretende ser pacífico y los organizadores piden que los participantes no contesten a ningún tipo de provocación o insulto. Esta iniciativa se suma a otras, como la campaña Yo no te espero, a la que ya se han adherido más de 50 entidades, y un flashmob (encuentro temporal en un lugar público) de danza para sensibilizar sobre la lucha contra el sida.
PROTESTA VECINAL / Mientras, comerciantes y vecinos del barrio de la Sagrada Família se han quejado de no haber recibido información oficial sobre las restricciones que se aplicarán en el entorno del templo, donde se cortará el tráfico durante 40 horas, y están preocupados por cómo les puede afectar la medida. Pocos locales han comenzado a recibir la visita de agentes de la Guardia Urbana o la carta que ayuntamiento y arzobispado tienen previsto remitir a 5.347 vecinos, en la que se detallan horas y espacios en que se restringirá el acceso, y dónde residentes y trabajadores deberán acreditarse.
