El casamiento homosexual seguiría siendo legal en California si la Iglesia mormona no hubiese aplicado todo su peso y sus enormes recursos financieros para la campaña que llevó a su anulación en 2008, tal como demuestra un documental presentado en Sundance.
"8: The Mormon Proposition" se presentó en el festival de cine independiente que se celebró en Park City (Utah, oeste de Estados Unidos), a poca distancia de Salt Lake City, la "capital" de la Iglesia mormona.
El título del documental, cuyos autores son Reed Cowany y Steven Greenstreet, se refiere a la Proposición 8, que incluye la aprobación de un referéndum en noviembre de 2008 por el 52% de los californianos, que anuló la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que autorizaba la unión entre homosexuales.
La coalición contra el matrimonio gay estaba integrada por diversas asociaciones y grupos en defensa de la familia tradicional, pero el filme demuestra que en realidad la Iglesia mormona era casi la única detrás de la maniobra.
"Buscamos hacer una película que no ataque a la Iglesia pero que expusiera lo que estaba sucediendo. Y espero que los propios moromones, hasta los más fieles, vean nuestro filme y entiendan los cambios que pudieron hacerse. Creo que la Iglesia perdió su rumbo", explicó Greenstreet a la AFP.
Ambos realizadores son ex mormones que decidieron darle la espalda a su Iglesia.
Cuando Steven Greenstreet era mormón, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días lo envío durante dos años en una misión puerta por puerta para "convertir a la gente" portando un mensaje "de amor, compasión, comprensión y caridad", subrayó.
"Lo que hizo mi Iglesia en California (con la Proposición 8) es una contradicción absoluta con sus principios", sentenció el realizador.
Los autores tuvieron acceso a documentos confidenciales que demuestran que la Iglesia mormona estaba en la primera fila de la lucha contra el matrimonio gay, luego que la Corte Suprema de California lo autorizó.
Los documentos también revelan que los responsables de la Iglesia intentaron disimular gran parte de la suma destinada para la campaña en California para no aparecer en la primera línea de oposición.
"Me volaba la cabeza saber que esas personas que supuestamente eran tan perfectas podían ser iguales a los lobbistas promedio que hay en Washington", dijo Greenstreet.
"El dinero para la campaña provenía principalmente de los fieles, sobre los que la Iglesia ejercía presión para que contribuyeran financieramente para la campaña", denunció.
"La Iglesia mormona vive su religión muy activamente. A todos sus miembros se les exige que sean extremadamente proactvivos y demuestren su obediencia. Y eso es una enorme presión", advirtió el cineasta.
"Entre las autoridades de la Iglesia hay heterosexuales y homosexuales que no estaban totalmente de acuerdo con la Proposición 8, sin embargo en este momento la voz de la mayoría es la que importa, y esta voz es anti-homosexual", deploró.
El documental se presenta cuando un juicio federal estará en dos semanas en curso en San Francisco. Los defensores del matrimonio gay están en pleito contra el estado de California, argumentando que la Proposición 8 es discriminatoria y viola la Constitución de Estados Unidos.
El documental también habló del calvario de muchos jóvenes homosexuales entre las familias mormonas. Muchos hasta quisieron atentar contra sus vidas.
"Los responsables de la Iglesia consideran que el responsable de los suicidios y de los divorcios en las familias es el diablo", observó Greenstret.
"Nuestro filme les dice: 'No, no es el diablo. Son ustedes'", concluyó.