El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Cáceres, Víctor Casco, solicitó ayer que se retire el crucifijo que preside el salón de plenos del ayuntamiento.
Casco apuntó que en el consistorio están representados todos los cacereños «con independencia de su color, sexo, orientación o religión», y añadió que desde una concepción laica del Estado «no puede haber en un salón de plenos referencias a ninguna religión en concreto».
Casco planteó su petición en el último punto del orden del día del pleno, que se reserva para ruegos y preguntas. El alcalde le contestó que presentase la petición por escrito y como propuesta al pleno, «y no como un ruego», y agregó que cuando se debata «tendrá mi voto en contra».
Casco había pedido minutos antes que no se colocase en el museo municipal, en la sala de hijos adoptivos, una foto de Blas Piñar. Saponi le contestó que hiciese una propuesta para anular el acuerdo de 1961 que le nombró hijo adoptivo.