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Los abogados no quieren cruces

Un grupo «progresista» quiere suprimir los crucifijos en el Colegio de Abogados de Madrid

Algunos colegios públicos han comenzado una ofensiva laicista para eliminar todo símbolo religioso de los centros educativos, y, en concreto, los belenes y villancicos. El resultado ha sido dispar, pues mientras la directora de uno de esos colegios tiró directamente a la basura las figuras que habían realizado los alumnos, en cambio, en otro el director tuvo que plegarse a la presión de los padres y dar marcha atrás de su decisión de suprimir el popular «Nacimiento».

Ahora, el debate llega al propio Colegio de Abogados de Madrid, una de las instituciones con más tradición y raigambre de la capital de España. Una asociación de abogados «progresista» se ha encargado de que la Junta General del Colegio que se celebra hoy tenga encima de la mesa una proposición de suprimir todo lo que «huela» a religioso dentro de esa corporación.

La proposición ha sido presentada por 37 miembros de la Asociación Libre de Abogados (en Madrid hay unos 46.000 colegiados), y en ella se pide, taxativamente, la retirada «de todo símbolo religioso que se encuentre en el Colegio, y especialmente, del crucifijo existente en los actos de promesa o jura por los nuevos colegiados de acatamiento a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico y normas deontológicas de la profesión».

 La justificación para esta iniciativa radica, según se señala en el texto presentado, en el hecho de que el Colegio es una «entidad de carácter aconfesional, según se establece en el artículo 5.2 del texto de los Estatutos». Aconfesionalidad y tradición De esta forma, la citada asociación de abogados sostiene que esa aconfesionalidad «resulta incompatible con la existencia de símbolos religiosos en los actos públicos celebrados en esa corporación».

Sin embargo, ese mismo precepto también recoge que «haciendo honor a sus tradiciones seculares, el Colegio mantendrá los patronatos y conmemoraciones que han acompañado a su trayectoria histórica desde su fundación» Pero ese grupo de abogados no sólo quiere que del colegio desaparezca todo rastro de signos religiosos (que llevan «toda la vida», según fuentes de la propia corporación), sino que, además, pretende anular los convenios de colaboración con una universidad madrileña por el mero hecho de pertenecer a una congregación religiosa.

En concreto, se aboga por revocar los acuerdos suscritos entre el Colegio de Abogados y la Universidad Francisco de Vitoria, «por los cuales esta institución propiedad del grupo ultracatólico Legionarios de Cristo utiliza las aulas de nuestro Colegio para impartir cursos de Derecho». Pero la Asociación Libre de Abogados no sólo refleja su petición, sino que también aprovecha la propuesta para arremeter contra los Legionarios de Cristo, a los que cataloga como «secta», y contra su fundador, el padre Marcial Maciel, «apartado por la propia Iglesia Católica de la función sacerdotal por la multitud de denuncias de pederastia».

Decisión previa Sin embargo, según distintas fuentes consultadas ayer por LA RAZÓN auguraban un rotundo fracaso a esa proposición, ya que es muy probable que sea rechazada de plano y ni siquiera sea debatida. En primer lugar, los asistentes a la Junta General -convocada para debatir los presupuestos del Colegio para el próximo año- se tendrán que pronunciar sobre si se admite a trámite la propuesta, y sólo si ésto ocurre se entrará en el fondo, es decir, en el debate.

«Lo probable es que no se admita trámite, y asunto acabado, y, además, el tono de la propuesta es hasta ofensivo», señalaron las fuentes consultadas, quienes recordaron que la Asociación Libre de Abogados también ha pedido la supresión de la tradicional misa anual por los colegiados fallecidos o que se no celebrara el «día de la patrona», la Inmaculada Concepción. Por primera vez, se permite el voto delegado en la Junta General. Es decir, que un colegiado puede votar por un varios letrados, con lo que el resultado lo decidirán también quienes hayan optado por «ceder» su voto a los asistentes a la citada junta.

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