Una vez más se vulnera la aconfesionalidad del Estado al presidir un acto oficial una imagen religiosa
Como lamentablemente viene sucediendo, el acto de toma juramento o promesa del cargo ante el Rey se realizó ante un crucifijo, acompañado por un ejemplar de la Biblia y de la Constitución, cuando dado el carácter civil de estos actos, sería solo ese último el que debía estar en la mesa.
Una vez más las autoridades, en este caso magistrados del Tribunal Constitucional vulneran la aconfesionalidad del Estado, e incluso sus propias sentencias. Ya en 1982 el Tribunal decía que no podía haber confusión entre las funciones del Estado y de la religión. Y qué hacen entonces estos símbolos religiosos sino identificar el Estado con una confesión religiosa particular.
Igual cabe decir del uso de la fórmula utilizada (juro – prometo) que también es vulneradora del derecho a la libertad de conciencia, obligando a optar por una u otra, que igualmente identifica con opciones personales, sobre las que constitucionalmente nadie está obligado a manifestar.
¿Qué podemos esperar de unos magistrados que admiten estos atropellos en el tema de la aconfesionalidad, la laicidad y la libertad de conciencia?
Fotos tomadas de la web de la Casa Real
Enrique López
Juan Antonio Xiol
Pedro González
Santiago Martínez
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