Los estudiantes que eligen la materia se quedan una hora más mientras el resto se va a su casa
La asignatura de Religión pierde adeptos. En dos años, el número de alumnos que optan por cursar dicha materia ha descendido un 60 por ciento. En Bachillerato uno de los motivos es que no hay una asignatura alternativa y las clases se colocan a última hora de la tarde. Por ello, los que no eligen la asignatura se marchan a su casa una hora antes mientras los pocos matriculados a Religión deben quedarse en clase.
La delegada de enseñanza del Obispado de Mallorca, María Dolores García-Carpintero, explicó que ello conlleva una situación "complicada" porque la clase de Religión se desarrolla en "condiciones difíciles" ya que los jóvenes ven como sus compañeros terminan antes. "Es un esfuerzo añadido que deben hacer los estudiantes de la materia", detalló. Además hay que añadir otras dificultades como, por ejemplo, el transporte escolar ya que los estudiantes no terminan a la misma hora.
La delegada de enseñanza del Obispado detalló que en Educación Primaria la Religión se desarrolla en mejores condiciones porque la eligen el 67 por ciento de los alumnos. El descenso se registra en Secundaria. "Se trata de un ambiente complicado por las edades de los estudiantes, por ello, la materia registra un índice bajo", puntualizó García-Carpintero.
Uno de los profesores consultados, Urko Cuevas, comentó que antes de sacar la asignatura del horario común tenía una media de 40 alumnos en Bachillerato. El curso pasado sólo tuvo cinco. Este año son cuatro.
En total, hay 147 profesores que imparten la materia de Religión en los centros públicos. De ellos, 109 trabajan en centros de Educación Primaria.
Según los últimos datos disponibles, un total de 6.871 alumnos de los institutos públicos de las islas se matricularon a la asignatura de Religión en 2008. En concreto, 277 estudiantes pertenecían al primer curso de Bachillerato. En cuarto de ESO, se apuntaron 1.122 estudiantes; 1,460 en tercero, 1.895 en segundo y 2.117 en primero.
