La celebración del Ayuntamiento incluye una misa en la catedral de Granada a la que asiste la Corporación en procesión cívica.
COMENTARIO: Esta celebración glorifica el triunfo del cristianismo sobre el islam, con la expulsión de los musulamanes de la Península por los "ínclitos Reyes Católicos", y sigue siendo hoy un acto confesional donde una Corporación pública celebra una misa en la catedral, vulnerando sin el menor sonrojo la neutralidad del Estado en temas religiosos. Y ello en base a una visión histórica y la nostalgia del imperio español "católico" que atrae a fascistas de España y Europa.
Rememorar el momento histórico en que el estandarte de los Reyes Católicos, el Pendón de Castilla, ondeó en la ciudad de Granada tras la derrota y expulsión del último monarca de la dinastía nazarí, el rey Boabdil, se convierte cada dos de enero, inevitablemente, en la primera polémica del año. Los granadinos se darán cita en la Plaza del Carmen para conmemorar, en este caso, el 520 aniversario de aquel día en el que culminó lo que para unos fue la reconquista de unos territorios ocupados, y para otros la conquista de y desaparición de Al-Andalus.
Dos formas de ver la historia que se mantienen en el tiempo y que cada año generan situaciones que llegan a desvirtuar la esencia de una festividad en la que la gran mayoría de los granadinos participa en paz y concordia, y sin darle demasiada importancia a que por un lado asistan grupos de extrema derecha, con banderas y símbolos antidemocráticos, a los que casi nadie hace caso, y por otro, representantes de colectivos contrarios a la Toma, enarbolen carteles y eslóganes antirracistas y en defensa de la libertad y la multiculturalidad.
Mañana, día dos de enero, será fiesta local, por lo que se espera que haya una gran afluencia de personas al acto principal de la Toma, la tremolación del Pendón desde el balcón principal del Ayuntamiento, en presencia de una representación del Ejército de Tierra, concretamente del MADOC, con el Consistorio engalanado y con sus representantes, alcalde y concejales, ataviados de acuerdo con la solemnidad de la jornada.
Los actos comenzarán a las 11,30 de la mañana con la salida desde el Ayuntamiento de una procesión cívica que se dirigirá hacia la Catedral, en la que se porta el Pendón de Castilla y se trasladan los símbolos de la ciudad, con la espada de Fernando el Católico y la jarra de Caballeros XXIV (donde depositaban sus votos los primeros concejales de la historia de Granada, y aún se usa para la designación del alcalde de la ciudad), y otros elementos, portados por maceros, lanceros y personal municipal vestidos de época.
Ya en la Catedral, a las doce de la mañana, se celebrará una misa, y después, en la Capilla Real se realizará la tradicional tremolación delPendón, que este año corre a cargo del concejal delegado de Cultura, Juan García Montero. La comitiva volverá a la Plaza del Carmen en procesión por la Gran Vía y la calle Reyes Católicos. En el Ayuntamiento, con los sones de los himnos de España, Andalucía y Granada, la representación cívica accederá al Salón de Plenos. Desde el balcón se llevará a cabo la tremolación del Pendón ante los ciudadanos. Este año, el encargado de tremolarlo es el concejal delegado de Economía y Hacienda, Francisco Ledesma. Es el momento del tradicional grito «¡Granada!», al que los ciudadanos, en la plaza responden con un sonoro y coreado «¿Qué?». El Pendón ondea por tres veces mientras suena una parte del Himno Nacional, y el concejal pronuncia la letanía: Granada, por los ínclitos Reyes Católicos…». Una fórmula que se repite tres veces.
Alternativa
De forma paralela, el colectivo Granada Abierta, celebra la Toma aternativa con la idea de ‘Mariana sí, Toma no’, que intenta reivindicar la desaparición de la festividad que consdieran anticultural y rascista, y que se cambie al 26 de mayo, para conmemorar la figura de Mariana Pineda como símbolo de libertad.
El acto de conmemoración alternativo será a las 11,30 horas en la Fundación Euroárabe.
