Los católicos que no contribuyan a la financiación de la Iglesia no podrían asistir a misa ni ser enterrados en un cementerio de la Iglesia.
COMENTARIO: Las religiones deben financiarse con las aportaciones de sus socios, igual que cualquier otra organización privada, el Estado no tiene por qué ser el recaudador del diezmo religioso, que es lo que ocurre en Alemania. Aunque peor ocurre en España donde la aportación no es ni siquiera del contribuyente, sino del dinero del Estado, de los fondos públicos. Esto se arreglaría si se les aplicara el régimen general de asociaciones.
Según el decreto, los católicos que dejen de declararse miembros de esta confesión y de esta manera dejen de contribuir con sus impuestos a la Iglesia, automáticamente dejan de pertenecer a esta. Antes era algo habitual en estos casos, pero a partir de ahora ya es una norma reflejada en un documento legal.
Anualmente alrededor de 100.000 católicos alemanes apostatan para dejar de pagar, ya que según las leyes locales para eximirse de pagar el impuesto eclesiástico, un 10% sobre el total de impuestos pagados, es obligatorio realizar este procedimiento o declarar que no se pertenece a ninguna iglesia.
La redacción del decreto se debe a una demanda presentada en 2007 por Hartmut Zapp, un jurista alemán, quien tras declararse no católico y dejar de pagar el impuesto presentó una demanda a la Iglesia católica para defender su derecho a seguir siendo miembro de la misma.
El caso tiene que ser estudiado por una corte alemana el próximo 26 de septiembre.
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