Veneradores de la virgen del Rosario impidieron que padres y alumnos llegaran al plantel improvisado para comenzar el ciclo escolar; hubo golpes.
A empujones, golpes y pedradas simpatizantes de los líderes religiosos de la comunidad conocida como Nueva Jerusalén, en el municipio de Turicato, Michoacán, impidieron que los niños llegaran al plantel para iniciar el ciclo escolar oficial.
El grupo religioso se opone a la impartición de educación laica, por lo que cerraron el acceso al pueblo para impedir el paso a maestros de preescolar y primaria.
Los veneradores de la virgen del Rosario atacaron a los padres de familia que llevaban a sus hijos a clases en ese sitio, fundado a principio de la década de los 70 por Nabor Cárdenas Mejorada, conocido como Papá Nabor, y quien fue expulsado de la iglesia católica.
Además, le cerraron el paso a los niños que se disponían a iniciar clases en una casa particular que fue habilitada como escuela temporal, ya que el plantel fue quemado.
La confrontación afecta a por lo menos 200 alumnos que incluso el año anterior se vieron en la necesidad de recibir clases en domicilios particulares.
La tensión en esta comunidad religiosa se vivió desde el domingo, cuando por las diferencias de dos grupos antagónicos se escenificó un altercado que puso en riesgo la integridad de los representantes de los medios de información.
El gobernador Fausto Vallejo advirtió que la tolerancia tiene un límite, y no descartó que la fuerza pública intervenga para que hoy abra sus puertas la escuela improvisada, construida por los padres de familia con palos y madera.
Al cierre de esta edición, funcionarios del gobierno de Michoacán negociaban con los jerarcas eclesiásticos para llegar a un acuerdo.
Tras los hechos y ante la suspensión del inicio del ciclo escolar en Nueva Jerusalén, el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, llamó a los grupos para que se garanticen los derechos de los niños que viven en la comunidad, de lo contrario señaló “que la tolerancia tiene un límite y el gobierno una obligación a la que dará cumplimiento”.
En entrevista, el mandatario estatal precisó que se encuentran alrededor de 60 elementos de Seguridad Pública en La Ermita, mismos que atenderán las órdenes que sean necesarias para hacer valer el estado de derecho.
“Hemos sido muy prudentes para no violentar la vida en esa comunidad; hemos sido tolerantes pero que no confundan tolerancia con debilidad”, apuntó el mandatario.
Dijo que será durante los próximos días cuando se inicie el ciclo escolar en esa comunidad y mencionó que por lo pronto un total de 60 elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) se mantienen en el área para actuar en caso necesario.
Cabe recordar que el pasado 6 de julio un grupo de personas que se oponen a la impartición de educación laica destruyeron, con picos y marros, las dos únicas escuelas que operaban en esta comunidad religiosa.
En negociaciones, los inconformes ya habían aceptado que se iniciara el ciclo escolar de manera normal; sin embargo, desde el pasado domingo la situación en la comunidad se tensó ante la negativa para que los niños en edad escolar de Nueva Jerusalén tomen clases.
La confrontación ha llegado al grado de que en semanas atrás, después de que en 2007 se estableció una escuela comunitaria con preescolar y primaria, fue demolida e incendiada por el grupo religioso, argumentando que según su vidente recibió la señal de que era “cosa del diablo”.
Teresa Herrera, secretaria de Educación en la entidad, informó que sólo en el caso de Nueva Jerusalén no se pudieron iniciar labores educativas.
“No hubo condiciones para poder arrancar el ciclo escolar, las partes no lograron acuerdos”, dijo la funcionaria, tras informar que el domingo por la noche el gobierno estatal había ratificado el inicio de actividades en Turicato.
“Es una cuestión ideológica muy profunda, por eso le estamos apostando a la educación, yo creo que va a dilatar un tiempo la comprensión”, señaló la funcionaria.
Hijos de religiosos y la oposición a la educación laica. Foto: Alan Ortega
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