El gobierno de Kazajstán ha implementado una nueva legislación que prohíbe el uso del niqab y de cualquier prenda que cubra el rostro en lugares públicos, como parte de una serie de reformas orientadas a fortalecer la seguridad nacional y preservar la identidad cultural del país.
La medida, que ya entró en vigor, fue presentada como un esfuerzo por evitar la propagación de prácticas consideradas ajenas a la tradición del islam kazajo, así como por facilitar la identificación de personas en espacios públicos.
El ministro de Asuntos Religiosos declaró que la ley no busca atacar la libertad religiosa, sino regular expresiones que dificultan la convivencia y la seguridad pública. No obstante, organizaciones de derechos humanos y sectores musulmanes han expresado preocupación, señalando que la norma podría vulnerar el derecho a la libertad de culto y expresión personal.
Con esta decisión, Kazajstán se suma a una lista de países que han adoptado medidas similares, entre ellos Francia, Bélgica y Austria, donde las restricciones a prendas religiosas han generado amplio debate sobre la tensión entre seguridad, identidad nacional y libertad religiosa.





