La emisión en la televisión flamenca, a finales de 2023, de un documental sobre víctimas de abusos de religiosos y una controvertida visita del Papa en septiembre han dejado un reguero de demandas para apostatar, más de 14.000 y sumando, algo nunca visto
El año 2024 que ahora acaba ha sido, para la Iglesia católica belga, un annus horribilis en el que se ha visto confrontada a una de sus peores pesadillas: la pérdida de feligreses, reflejada en un récord absoluto de apostasías. Ni siquiera la visita a Bélgica de Francisco, la primera de un papa en casi 30 años, ha calmado el monumental enfado de los belgas con el estamento católico de su país, y con Roma. En realidad, su viaje tuvo el efecto contrario…