Victoria Villarruel agradeció la cordialidad y el interés del Pontífice por los asuntos del país
La vicepresidenta de la Argentina, Victoria Villarruel, visitó al papa Francisco en la Biblioteca del Palacio Apostólica, concluyendo así una gira europea que realizó durante estos últimos diez días.
Estuvo acompañada por el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino; la directora de ceremonial del Senado, María Laura Arnejo, y la secretaria personal, Guadalupe Jones.
Agenda abierta
Según fuentes cercanas a la vicepresidente, y según sus propios posteos en las redes sociales, se trató de un encuentro muy cordial y ameno. Durante casi una hora, ambos conversaron con agenda abierta, y abordaron distintas temáticas sobre la realidad argentina. Particularmente, el Pontífice se interesó por la situación de los menores como símbolo del futuro del país, y de los adultos mayores.
También compartieron pareceres y expectativas sobre el conflicto de las Islas Malvinas, el flagelo de las drogas, la unión de los argentinos, y el trabajo que Villarruel realiza en el Senado para aunar esfuerzos y tender puentes entre los senadores de los distintos partidos.
Regalos y deseos
Como es habitual, hubo intercambio de obsequios. La vicepresidente le regaló al Papa una escultura de un caballo y un turrón español. Y el Papa, por su parte, le regaló un rosario, algunas Encíclicas, un libro de su autoría, y una placa de bronce con las figuras de San Pedro y San Pablo, en relieve.
Después de este intercambio, el Papa le pidió a la invitada que leyera una oración de Santo Tomás Moro que habla de la alegría. “Me conmovió, me dijo que no perdiera yo la alegría, que no perdiera el sentido del humor”, expresó Villarruel.
Al finalizar la audiencia, subió fotos y videos del encuentro y remarcó: “¡Gracias Santo Padre por sus palabras, consejos y por tener siempre presente a nuestra amada Argentina!