La toma de protesta presidencial en México es un acto ceremonial en el que el presidente electo, como Claudia Sheinbaum, se compromete a cumplir la Constitución y las leyes del país
La toma de protesta presidencial es un acto solemne que marca el inicio del mandato de un nuevo presidente en México.
Este evento se lleva a cabo en la sede del Congreso de la Ciudad de México, donde el presidente electo, en este caso Claudia Sheinbaum, se compromete a cumplir la Constitución y las leyes del país.
Durante la ceremonia, que se realiza ante diputados y senadores, el presidente pronuncia un texto específico de 61 palabras que establece su obligación de servir al país.
Las palabras de la protesta
El texto que el presidente electo debe pronunciar es el siguiente:
Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; Y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande
Estas palabras simbolizan un compromiso de responsabilidad hacia el país, y una vez que se pronuncian, se le otorga al presidente la Banda Presidencial, un símbolo que representa su autoridad.
¿Por qué se usa el término “protestar”?
La elección del término protestar en lugar de jurar puede parecer curiosa, ya que en otros contextos protestar se asocia comúnmente con expresar descontento.
Sin embargo, en el marco de la toma de protesta, significa declarar o proclamar un compromiso formal.
Este cambio en el lenguaje es resultado de la evolución histórica de México hacia un Estado laico, donde la influencia religiosa se ha ido minimizando.
¿Qué pasó con el juramento religioso?
De acuerdo con BBC, la historia del juramento presidencial en México se remonta a la Constitución de 1824, que exigía al presidente hacer un juramento en nombre de Dios.
Sin embargo, las tensiones entre liberales y conservadores en el siglo XIX llevaron a un cambio.
Con la separación de la Iglesia y el Estado, se reemplazó el juramento religioso por el término protestar, que se formalizó en la Constitución de 1917, vigente hasta hoy.
Este cambio refleja el México con un enfoque laico en la política.
¿Cuál es la importancia de este acto?
La toma de protesta no solo es un ritual formal, sino que también representa la transición pacífica del poder.
A la medianoche del día de la toma de protesta, los mandos militares entregan el control del país al nuevo presidente.
Aunque el acto tiene un carácter ceremonial, es esencial para la estabilidad democrática de la nación.
